Una vez más los aspirantes de MasterChef 6 demuestran sus dotes culinarias ante toda España con cuatro pruebas que terminan con un final polémico. Indignación tras la expulsión del que muchos seguidores del programa consideran el mejor aspirante de la sexta edición. “Te esperamos en la repesca”, “la eliminación más injusta que he visto en todas las ediciones de MasterChef”, “ojalá haya repesca y puedas volver“ y muchos otros mensajes de ánimo y asombro inundan las redes sociales desde anoche.
Las pruebas arrancaron en el estudio con el cocinado de un plato libre y la ternera rubia gallega como protagonista. Rabo, lengua, hígado, morcillo, lomo, solomillo, tendones, costillas, tapa y otros cortes se repartieron entre los aspirantes entre los que resultó ganadora Ketty con sus riñones al Jerez, con una receta de su suegra. La cubana fue la jefa de uno de los grupos en la prueba de exteriores y a ella se unió Víctor.
Una prueba de exteriores caótica
Ketty y Víctor capitanearon los dos equipos en la prueba de exteriores. Los concursantes cocinaron un menú elaborado por el chef Dani García, con una Estrella Michelín, para el equipo de Pablo Alborán. Una prueba muy compleja. Y no solo por lo difícil de la elaboración de los cuatro platos que conformaban el menú, sino porque los equipos tuvieron que intercambiar cocinado y tomar el hilo donde los compañeros del equipo contrario lo hubieran dejado.
La jugada, a la que ya nos tiene acostumbrados este concurso, descolocó a los participantes y tuvo sus consecuencias. La organización brilló por su ausencia y fue necesario que el jurado y el chef invitado se enfundaran las chaquetillas y salieran al rescate de los dos equipos contrincantes.
“El cocinado ha sido un auténtico desastre. Nos hemos tenido que poner las chaquetillas y hemos tenido que empezar de cero muchos platos. Y aún así casi no salen bien las cosas”, comentaba Pepe Rodríguez en su valoración. “Habéis estado muy por debajo del nivel esperado, por eso iréis todos a la prueba de eliminación”. Solo se salvaron tres: Sofía, Dani y Fabio.
Un cocinado por equipos con trampa de por medio
De vuelta en el plató, los concursantes fueron sometidos a una prueba por equipos. Tres grupos, cada uno de tres miembros, tuvo que cocinar un plato decidido por uno solo de sus miembros, por turnos y en 60 minutos. Mientras un miembro de cada equipo cocinaba, el resto escuchaba música. La comunicación entre ellos estaba prohibida. La gracia consistía en intuir qué plato tenían que cocinar solo con ver lo que había en la cocina.
El equipo formado por Víctor, Toni y Oxaca superó la prueba con buena nota. El de Marta, Marina y Ketty se salvó por los pelos y por lo desastrosa que resultó ser la actuación del tercer equipo. Jorge escogió un plato complicado, lubina en salsa con almejas y carabineros. Ramón no supo interpretarlo y Jon hizo trampa al mirar el nombre del plato, algo prohibido por el jurado pero que no le valió la descalificación.
Una eliminación injusta
Una vez en la prueba de eliminación, los tres aspirantes tuvieron que repetir el plato del grupo ganador en 45 minutos, arroz de marisco. Para sorpresa de muchos el peor arroz fue el de Ramón, calificado de crudo, que resultó ser el expulsado del cuarto programa de esta sexta edición de MasterChef.
Una eliminación injusta que provocó lágrimas entre el resto de aspirantes y el propio expulsado y disgusto por parte de los miembros del jurado. “Este hombre ha estado seis años para entrar aquí y es un gran aspirante”, dijo Jordi Cruz. “Pero lo hemos dicho muchas veces: un mal cocinado te saca de MasterChef.
Imágenes | RTVE
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