Pasaba la una de la madrugada cuando hemos conocido el segundo expulsado de MasterChef Celebrity. Parece que, pese a hacer trasnochar a los televidentes, el formato funciona como un tiro. La semana pasada, el concurso se estrenó arrasando en la parrilla, con un 24,7% de share y casi 3 millones de espectadores.
No cabe duda de que los productores han acertado con un casting que resulta divertido por sí mismo y, aunque los concursantes que más espectáculo dan no son los que mejor cocinan, de momento continúan en el barco los principales activos del programa.
Por suerte en este segundo programa, aunque el circo continuaba, hemos visto un poco más de cocina. La primera prueba ha tenido como protagonista la casquería, de mano de uno de los mayores especialistas del género: Javier Estévez, chef del restaurante La Tasquería, en Madrid. Los concursantes tenían que preparar un plato libre en 90 minutos con productos como corazón, carrilleras, mollejas o manitas, que debían escoger en una cinta transportadora donde aparecían junto a todo tipo de ingredientes con los que confeccionar el plato.
Santiago Segura se ha confirmado como uno de los concursantes con mayor nivel de cocina
Muchos de los concursantes no habían cocinado casquería en su vida y no sabían siquiera distinguir entre una u otra cosa. Para complicar el asunto, por la cinta aparecían también cajas sorpresa que tenían que coger obligatoriamente y que incluían ingredientes que debían utilizar en el plato o instrucciones del tipo “cocina solo con una mano” o la posibilidad de contar durante 10 minutos con la ayuda del chef invitado o Ketty, la finalista de ‘MasterChef 6’, que también ha visitado el plató.
Como era de esperar ha habido verdaderos horrores, como los sesos de Carmen Lomana, que no podía probar ni ella, o un tartar de corazón de Xuso Jones (muy buena idea). Por el contrario, estaba muy bien el plato de hígados y asadura de Ona Carbonell -que encima ha elaborado con una mano- y las empandillas y tacos de carrillera de Santiago Segura, que claramente es el concursante con mayor nivel de cocina. Estos dos aspirantes han sido los capitanes en la prueba de exteriores.
Menú saludable en el hospital
En la prueba de exteriores, el programa se ha trasladado al Hospital Universitario Puerta de Hierro, en Madrid. Un lavado de cara -profesionalidad del equipo médico aparte- en el que ha tenido sus minutos de gloria el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, que fue imputado el pasado enero en dos causas, tras la petición de la Fiscalía, por permitir que el hospital funcionase sin licencia urbanística desde 2008.
Allí los concursantes han trabajado divididos en tres equipos, y han elaborado un menú de seis platos, diseñado con la ayuda de un endocrino especialista en nutrición del hospital, para 150 invitados del equipo del hospital.
Segura y Carbonell han elegido a sus compañeros favoritos, y los que no quería nadie han conformado el tercer equipo, sin capitán. Carbonell ha elegido a Mario Vaquerizo, Dafne Fernández y Paz Vega, y ha podido elegir también los platos a elaborar: crema de espárragos con jengibre y lasaña de verduras gratinadas.
Segura ha formado equipo con Jaime Nave, Boris Izaguirre y María Castro y ha tenido que elaborar los platos escogidos por Carbonell: primero, una ensalada de quinoa, bulgur, brotes de soja con verduras y mango y vinagreta de frutos rojos; y después, un salmón al vapor con alcaparras, patatas al vapor con romero y salsa de eneldo y mostaza.
El tercer equipo, formado por Antonia Dell'Atte, Iván Massague, Óscar Higares, Carmen Lomana y Xuso Jones, ha tenido que cocinar unas lentejas guisadas con verduras y el postre: manzana asada rellena de dátiles con puré de mango y salsa de yogur. Eran quizás los platos más fáciles y contaban con una persona más, pero sin capitán y con Lomana y Dell’Atte -los dos volcanes en erupción, como decía Boris- eso era un gallinero en toda regla.
Tanto el equipo de Segura como el de Carbonell han entregado platos decentes, no como el equipo de los aspirantes que nadie quería, que ha cometido errores graves en ambos platos y, como era lógico, ha acabado en la prueba de eliminación. Paz Vega ha sido la mejor valorada en la prueba y ha podido elegir una asociación a la que donar los 4.000 euros de premio de este programa, que han recaído en la ONG Juegaterapia.
Eliminación por microondas
En la última prueba, los concursantes han tenido que elaborar en 75 minutos el mayor número de platos posibles, tanto dulces como salados, utilizando solo el microondas. Como excepción podían entrar en el supermercado tantas veces como quisieran.
Loles León, finalista de la primera edición de MasterChef Celebrity, ha regresado al plató para asesorar a los concursantes con el uso del pequeño electrodoméstico, que asegura usar para todo.
La prueba ha sido intensa y reñida y, pese a la dificultad que tiene dominar el microondas, han salido muy buenos platos, sobre todo en manos de Higuera y Dell'Atte, que han presentado platos muy inteligentes como unos mejillones con escabeche y un coulant de chocolate, respectivamente, que han hecho disfrutar a los jueces.
Peor lo ha pasado Carmen Lomana, que ha sufrido un mareo que le ha hecho abandonar la prueba, no sin antes entregar cuatro platos que han gustado y le han permitido librarse de la expulsión.
La eliminación estaba reñida entre Iván Massague y Xuxo Jones, que son los que más errores han cometido, aunque la originalidad de Massague y su atrevimiento han ganado la partida, y Jones se ha convertido en el segundo eliminado del programa.
Imágenes | RTVE
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