Somos muchos los padres que nos devanamos los sesos cuando llega el verano pensando qué van a hacer nuestros hijos durante dos larguísimos meses. Afortunadamente las posibilidades son muchas y podemos escoger entre una amplia oferta. Si vuestros retoños son unos cocinitas, una opción que parece acertada son los Cursos de verano #masterchef.
Pensados para niños entre 8 y 16 años, estos cursos pretenden desarrollar a la vez las habilidades personales y las dotes culinarias ¿Conocéis algún niño al que no le guste hundir las manos en harina? Siempre que han venido amigos de mis hijos a casa y he propuesto preparar un bizcocho he salido victoriosa, así que entiendo que una semana desarrollando las artes culinarias nunca puede salir mal.
Pasar un verano entre fogones, pudiendo ir a la playa, jugar con los amigos o simplemente no hacer nada, requiere de un mínimo de dedicación, pues cambiar las vacaciones por limpiar pescado o trocear cebolla no es un plato de gusto para cualquiera. Aunque ya sabéis lo que dice el dicho: "quien algo quiere, algo le cuesta" y formarse como chef no es un camino de rosas.
En total son tres los campamentos que ha puesto en marcha la productora del concurso culinario de La 1, localizados en Sedano (Burgos), la Sierra de Grazalema (Málaga) y en La Cerdaña (Girona). La experiencia ha sido tan positiva que para el próximo año se están buscando nuevas localizaciones para poder ampliar la oferta.
Los cursos tienen que ser inolvidables, pues la estancia combina ocio con trabajo y esfuerzo: clases y charlas, pruebas por equipos, visitas a productores locales, fiestas temáticas, deporte y actividades al aire libre. Vamos, el programa me parece tan atractivo que hasta me dan ganas de apuntarme a mí.
Me resulta curioso cómo han cambiado las cosas. En mi infancia, los niños y niñas aspirábamos a ser futbolistas y bailarinas, en cambio hoy en día los niños sueñan con ser cocineros y se conocen los nombres de los grandes chefs tanto nacionales como internacionales. Hay que ver cómo ha aumentado en popularidad la gastronomía.
La jornada en el campamento empieza a las ocho y media de la mañana, después del aseo y desayuno vienen las pruebas por equipos y las clases de cocina, después de comer hay un tiempo para el ocio que incluye piscina, merienda y actividades deportivas, y para terminar el día con una sonrisa, tras la cena hay una fiesta temática.
Las clases están estructuradas por temas: los lunes toca corte y verdura con iniciación a la cocina, hábitos y menaje; los martes clase de carnes; los miércoles, pescados; los jueves, postres; los viernes, tapas y el sábado tiene una lugar una super fiesta a la que acuden los padres y en la que los niños demuestran todo lo que han aprendido.
En definitiva, los Cursos de verano #masterchef son una opción excelente si tenéis niños a los que les gusta la cocina. Ahora que me he estado informando para preparar esta entrada, creo que son la forma ideal de introducir a los más pequeños en el apasionante mundo de la gastronomía desde un punto de vista lúdico. Seguro que mi hijo estaría encantado si le apuntara para el próximo verano.
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