Los cocineros profesionales lo tienen claro: esta es la única forma de que las pechugas de pollo queden jugosas
La pechuga de pollo es una de las proteínas más consumidas en todo el mundo: pura carne magra, no requiere apenas manipulación, se cocina fácilmente y gusta a todo el mundo.
Pero lo cierto es que, si los pollos actuales son de por sí algo insípidos, no podemos decir que la pechuga se lleve la mejor parte. Si no se cocina correctamente, es una pieza con poco sabor y que suele quedar bastante seca.
Una de las mejores formas de hacerla, es rebozada y frita: nadie se resiste a un buen filete de pollo empanado. Pero si lo queremos es ahorrar algunas calorías, hay un método mil veces mejor que hacerla sencillamente a la plancha y es el preferido por todos los cocineros: cocines como la cocines, las pechugas de pollo deben pasar previamente por una marinada o salmuera.
Ya sea una salmuera rápida de solo 20 a 30 minutos, un baño en agua y sal durante toda la noche o un reposo de un día en una marinada, preparar las pechugas de pollo con anticipación produce la textura suculenta y un sabor imposible de lograr con ningún otro método.
Cómo hacer una salmuera
En DAP tenemos decenas de recetas con pechugas de pollo y, muchas de ellas, incluyen una marinada o salmuera previa.
El método más sencillo pasa por bañar las pechugas, antes de cocinarlas a la plancha, al horno o en la freidora de aire, pasa por sumergirlas en una mezcla de agua y sal, con una concentración de sal superior al 5%.
La salmuera es una excelente manera de salar alimentos de forma homogénea y aportar un plus de jugosidad. Para prepararla solo hay que disolver el porcentaje de sal elegido (7,5% en nuestro caso) en el agua. Así de fácil.
Además de sal, si quieres aportar más sabor, se puede añadir pimienta negra, ajo, limón e, incluso, un pelín de azúcar.
Aunque puedes dejar las pechugas en salmuera en la nevera de un día para otro, no es necesario tanto tiempo: con dejarlas sumergidas entre 20 y 30 minutos ya vas a notar sus efectos. Pero, si tienes poco tiempo, es más efectivo hacer una salmuera en seco: simplemente embadurna las pechugas con sal (y otras especias si lo deseas) y, antes de cocinarlas, retira las al con una toalla.
Tres marinadas para hacer pechugas
Además de la salmuera, si queremos un plus de sabor podemos hacer alguna de estas tres marinadas para pechugas de pollo que os propusimos hace un tiempo.
La más sencilla pasa por sumergir las pechugas en una mezcla de aceite de oliva, ralladura y zumo de limón, sal, pimienta negra y ajo fresco rallado. Basta que el pollo esté en esta marinada durante cuatro horas para que coja todo el sabor.
Otras combinaciones interesantes son las de ajo, jengibre y cúrcuma o la de piña y soja. A todas estas combinaciones puedes añadir las hierbas aromáticas que más te gusten, lo que aporta mucho sabor y frescor a las pechugas.
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