¿Qué tienen los helados que tanto gustan a mayores y pequeños? Pues que además de lo ricos que están y de la gran variedad de sabores que presentan, nos refrescan y quitan el calor cuando más lo pide nuestro cuerpo. Si no habéis probado nunca a hacer helados caseros, os animamos fervientemente a que os lancéis con alguna de estas 11 recetas fáciles, rápidas y...¡sin heladera!
Romper el hielo en materia de helados caseros nunca fue tan fácil, sobre todo si hacemos azúcar invertido para ello. No penséis "¡claro! ¡como vosotros sois duchos en materia de cocina!" y cosas por el estilo pues es una verdad muy verdadera que hacer helados caseros es una tarea fácil y rápida. No contamos con el tiempo de congelación, algo esencial a tener en cuenta a la hora de organizarse pues es un paso que no nos podemos saltar. Pero basta con preparar el helado el día anterior al de consumo y punto.
Vaya por delante que yo no tengo heladera y esto no me ha supuesto nunca un problema a la hora de preparar helados caseros. Por heladera me refiero a la máquina que remueve la mezcla base del helado y que, con ello, rompe los cristales de hielo que se puedan formar por efecto de la congelación y manteca y airea nuestros helados.
Esta aclaración resulta importante hacer pues en algunos países de Latinoamérica, desde donde nos leéis muchos de vosotros, se usa el término "heladera" para lo que en España denominamos "congelador", es decir, el electrodoméstico en el que se mantienen los alimentos a temperaturas por debajo de 0º y que es absolutamente necesario para la preparación de helados.
Los helados más fáciles
Como acabo de mencionar, el hecho de no tener heladera no es un impedimento a la hora de preparar helados caseros pues con remover la mezcla a mano cada cierto tiempo es suficiente. Esto puede parecer un rollo, pero realmente es una tontuna. Si nos ponemos una alarma que nos avise cada hora de que toca remover el helado ¿dónde está el problema? Pues eso.
Ahora, ¿no quieres o no puedes estar pendiente de remover el helado? Entonces ficha la recetas de helado de dulce de leche y de helado cremoso de vainilla. Están hechas para ti, palabrita. Su base de leche condensada evita la formación de hielos en la mezcla y nos ahorra la tarea dando como resultado helados in-cre-í-bles.
Con trituradora o batidora eléctrica
Casi más fácil que los anteriores es el famoso helado de plátano para el que no se necesita más que eso, plátano. Bueno, también una trituradora o batidora eléctrica porque tras congelar la fruta tenemos que triturarla. Otras variaciones son el helado cremoso de plátano, que lleva mantequilla de cacahuete, el helado de plátano y leche de coco y, con otra fruta, el helado de cerezas y yogur.
Otra alternativa muy similar es la del helado de frutos rojos y yogur. Lleva más ingredientes, pero el proceso es el mismo: triturar la fruta congelada junto con avena, menta, yogur y miel. Y listo para servir. Y si procedemos a la inversa, es decir, primero trituramos la fruta con yogur y azúcar y luego congelamos la mezcla, pues obtenemos helados tan deliciosos y sanos como el de yogur griego con fresas.
Con Thermomix
Podríamos decir que Thermomix es también una trituradora o batidora eléctrica y acertaríamos de pleno. No obstante hemos creado esta categoría separada porque para los helados seleccionados se necesita aplicar calor para cocer la mezcla base, algo que Thermomix nos permite aunque, si no disponéis de ella, podéis sustituirla por el binomio cacito-fuego tradicional y saldrán igual de buenos.
No penséis que esto aumenta el nivel de dificultad de las dos recetas siguientes, al menos no lo hace en mucho. Tras la cocción de la mezcla base (huevo, azúcar, esencia de limón y queso crema) y su posterior congelación, no queda más que triturar con nata montada, añadir mermelada y unos trocitos de galleta para obtener un helado de cheesecake con el que nos sacarán por la puerta grande.
Lo dicho. La segunda receta de esta categoría de helados con Thermomix podría, como en el caso anterior, resumirse también en dos líneas. El helado cremoso de chocolate y café es la perdición hecha dulce y no solo por los ingredientes que lleva, sino más bien porque son solo 15 minutos (más el tiempo de congelado) los que nos separan de esta belleza.
Fácil y resultón
Decimos adiós con un helado clásico en cuanto a sabor, fácil y resultón. Recuerda un poco a los dos primeros pues no requiere de cocción y solo hay que mezclar leche condensada con zumo de limón y leche evaporada. La receta del helado cremoso de limón está escrita para ser preparada en heladera, donde se manteca de manera automática.
No obstante nuestro compañero Paco nos explica que esto se puede sustituir por un batido manual cada 15 minutos durante un total de una hora. Así que ya sabéis, si os atrae este helado cremoso de limón tanto como me atrae a mi, preparad las alarmas para que os avisen de cuándo toca batir y ¡a por él!
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