Diferentes tipos de cava

En función a diversos parámetros se pueden establecer las diferentes categorías que en el mundo del cava podemos hallar.

Así, por ejemplo, en referencia a la cantidad de azúcar añadida en el licor de expedición (el utilizado para rellenar la botella una vez realizado el degüelle) podemos establecer una primera clasificación con notorias diferencias entre un grupo y otro. En ocasiones la adición de azúcar ayuda a disimular algún tipo de carencia organoléptica del producto. En cambio, si no se le adiciona ningún tipo de azúcar, la exigencia en el proceso de elaboración es muy superior ya que cualquier deficiencia previa quedará marcada de manera más patente.

Si no lleva ningún azúcar añadido, nos encontraríamos con un Brut Nature. El Brut permite la incorporación de una pequeña cantidad de azúcar (hasta 15 gramos por litro). La nomenclatura Semiseco que figurará en la etiqueta nos asegura encontrarnos con un producto cuya presencia de azúcar va a ser notable (no más de 50 gramos por litro) y el dulce hace honor a su nombre con la incorporación de importantes cantidades de azúcar. Existen más categorías intermedias, pero quizás no tengan tanta relevancia como las aquí retratadas.

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Quizás la diferencia más notoria podemos encontrarla en el tiempo destinado a crianza. El proceso de crianza mínimo del cava dura nueve meses. El cava Reserva, término que aparecerá convenientemente especificado en la información proporcionada por la etiqueta, asegura una permanencia del cava en bodega de entre 18 y 30 meses, superada esta ultima fecha estaríamos ya ante un Gran Reserva.

Es fácil establecer una relación directa entre el tiempo de guarda del cava y la intensidad y diversidad que presente tanto en su paso por boca como por nariz, así mismo, la paleta cromática que presente también nos referirá al tiempo de guarda en la bodega.

Por último, al hablar de los diferentes tipos de cava, no podemos dejar pasar la posibilidad de mencionar los cavas rosados, los cuales, salvadas las reticencias iniciales, poco a poco se están haciendo un hueco en éste populoso mercado. Son cavas elaborados a partir de variedades de uva tintas (pinot noir, trepat, monastrell, tempranillo y garnacha principalmente) y suelen tener como principal aval comercial el hecho de que se manifiestan en boca con la misma frescura de la que hacen gala los cavas blancos pero con una mayor rotundidad y presencia en el paladar.

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