Enoturismo en España: D.O.Jumilla

Nuestro viaje imaginario por comarcas vitivinícolas españolas nos lleva hoy a Murcia y Castilla-La Mancha para conocer de cerca la tierra de la D.O.Jumilla en nuestro recorrido de enoturismo en España.

Nos acercamos al Mediterráneo a los municipios del interior de Murcia y Castilla-La Mancha, don de la tierra y el sol dan las condiciones para la crianza de un vino especial y sabroso. Vamos a conocerlo.

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D.O.Jumilla: la tierra y el vino

Situada en el Altiplano Levantino, comarca de transición entre la llanura manchega y las tierras mediterráneas, contienen las casi 42.000 ha. que constituyen la mayoria de la D.O.Jumilla. La componen el municipio de Jumilla en Murcia y seis municipios del S.E. de Albacete: Ontur, Tobarra, Albatana, Hellín, Montealegre y Fuente Alamo

Estamos en una tierra de terrenos elevados entre 400 y 900 m.s.n.m. y suelos secos. El clima provee un ambiente cálido e inviernos fríos pero de corta duración. Condiciones sumadas a suelos pedregosos y calizos, que hacen una cama a prueba de vides resistentes, de calidad.

El Jumilla es un vino recio, directo, de color intenso. En ocasiones con maceración carbónica y siempre con un umbral de 80% de uva Monastrel y una crianza mínima de dos años naturales en barricas de roble de una capacidad máxima de 1.000 l.

Al igual que en otras zonas vitivinícolas, en Jumilla se ha estudiado detenidamente la incorporación de variedades extranjeras como la Merlot y Syrah. Se ha demostrado su perfecta aclimatación a la zona, y cosechando un vino diferente, muy complejo y de gran personalidad. El Consejo ha dado luz verde a estas variedades.

Todo indica que junto a la Monastrell darán un impulso definitivo a los vinos de la comarca. Porque los vinos de Jumilla seguirán sustentándose de la variedad autóctona por excelencia, que les confiere su personalidad y un toque de originalidad.

Atractivos para una visita enoturística

La región de Jumilla tiene una relación de larga data con el vino. Los pueblos íberos, los griegos, los romanos, eran productores de caldos de esta tierra y han dejado muestras de ello en ánforas y tinajas de reserva y distribución.

Existen presas y otros utensilios destinados a la elaboración del vino que datan de los siglos XV y XVI, en el museo del vino Juan Carcelén Herrero en Jumilla, lo que indica una industria vitivinícola. A pesar de ello, todos los documentos de esta época dejan constancia de la escasez de viñedo en la zona.

A finales del siglo XIX, los viñedos del altiplano jumillano están, en su edad dorada, a pesar de la plaga de la filoxera, que arremete contra muchas zonas del país. La exportación de vinos a Francia es consecuencia directa del momento, y supone una transformación en la elaboración de los mismos.

La Ruta del Vino Jumilla está perfectamente organizada para disfrutar de atenciones y servicios para una experiencia plena. En junio, por ejemplo, hay un programa de conciertos en bodegas que es para tener en cuenta.

Aquí dejamos un directorio de bodegas para consultar y organizar visitar particulares.

Jumilla, historia, vino y mesa

Una visita a Jumilla debe incluir algunos de sus puntos históricos mas interesantes.

El Castillo de Jumilla, por ejemplo, se alza sobre un cerro sobre la ciudad. Esta ubicación contiene vestigios de haber sido utilizada con fines de protección y militares desde la Edad de Bronce, pasando por el dominio árabe y la Reconquista, en 1214 a manos de Fernando III de Castilla.

La Semana Santa de Jumilla está considerada entre las celebraciones más espectaculares, especialmente la procesión del Silencio y el Prendimiento de Jesús, que se escenifica el Miércoles Santo en la tradicional Plaza de Arriba. Declaradas de Interés Turístico Nacional.

La ciudad ofrece otros rincones interesantes como el Museo-Convento de Santa Ana que puede visitarse todos los días (los domingos sólo abre de mañana.

Y si algo no podemos perdernos es combinar los sabores de los vinos de la tierra con lo mejor de su mesa. Debemos probar el especial Gazpacho Jumillano, de tradición judía y que se elaboraba con carne de caza. Así como los platos con arroz y conejo, el cabrito frito con ajos, la Gachamiga y los dulces típicos como los Sequillos, las Cristóbalas o los Rollos de Vino que necesariamente deben ir acompañados por una copa de buen Jumilla.

Fotos | Arkangel, Enrique Freire En Directo al Paladar | Enoturismo en España: D.O.Penedès En Directo al Paladar | Enoturismo en España: D.O.Ca.Rioja En Directo al Paladar | Enoturismo en España: D.O.Jerez

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