A finales de año, la revista Wine Spectator publicaba su prestigiosa lista de los 100 mejores vinos del mundo y, por primera vez desde 2013, la encabezó un vino español: Marqués de Murrieta Castillo Ygay Gran Reserva Especial 2010.
Este vino de, de la DOCa Rioja, ha sido seleccionado entre más de 11.000 referencias que han participado en las catas con las que el equipo de la revista confecciona la lista. Y, sin duda, es un espaldarazo al camino tomado por la veterana bodega Marqués de Murrieta, que experimentó un evidente cambió de timón en 1996, cuando comenzó a dirigirla Vicente Cebrián-Sagarriga, conde de Creixell.
Como explican a Directo al Paladar fuentes conocedoras de la trayectoria de la bodega, desde el primero momento Cebrián-Sagarriaga se planteó acercarse a los Valbuena de Vega Sicilia en el mercado. Y parece que lo está consiguiendo: en términos críticos, pero también de precio.
En 2011, el precio del Castillo Ygay de la añada 2001 era de unos 36 euros. En 2015 la añada de 2005 rondaba los 60 euros. Las botellas de la última añada que ha salido al mercado y ha alcanzado lo alto del ranking de Wine Spectator, la de 2010, tienen ahora mismo un precio de 185 euros. Una cuantía que ha subido desde que comenzamos a elaborar este reportaje, la semana pasada, cuando la botella salía a 134 euros. Si buscamos versiones anteriores de la tienda online conservadas en Internet Archive comprobaremos que, en octubre, antes de que el vino obtuviera el premio, se vendía a 102 euros. Y en cuánto se acaben las existencias en la bodega (que aún mantiene stock, que los particulares pueden adquirir hasta un máximo de seis botellas) es de esperar que los precios se disparen aún más en el mercado de compraventa.
Carlos Maribona, crítico gastronómico del ABC, recibió dos botellas del vino antes de que saliera en la lista de Wine Spectator. Fue un regalo de su cuñado, que las compró, asegura, a poco más de 100 euros. Pero, explica, ya se puede ver en algunas tiendas a 200 euros. “Es un gran Rioja, está muy bueno, pero se ha doblado el precio. 200 euros no pagaría”.
¿Qué hace a este vino tan bueno?
Sin duda el precio de un vino no está determinado sólo por su calidad, sino también por el mercado. La bodega ha conseguido más demanda que producción y es lo que sube el precio. Esto, en cualquier caso, no sale gratis.
En los últimos años, la bodega ha restaurado el castillo de Ygay (que da nombre al vino), ha mejorado el viñedo de 300 hectáreas que rodea a este y ha construido una nueva área de elaboración, con más de 25mil metros cuadrados y equipada con la última tecnología.
El vino solo se elabora en las buenas añadas, no hay Castillo Ygay Gran Reserva de 2008, 2006, 2003 o 2002
La bodega elabora otros vinos, pero los Castillo Ygay Gran Reserva (tinto y blanco, que también ha recibido grandes premios) son la joya de la corona. En concreto el tinto, se elabora con los viñedos más viejos de la casa, plantados en 1950, ubicados a 495 metros de altitud, con una proporción de 85 % de tempranillo y 15 % de mazuelo. Las uvas fermentan por separado en depósitos de acero inoxidable, con control de temperatura y el vino descansa durante 24 meses en barricas de roble americano, antes de pasar 5 años de guarda en botella.
El vino, además, solo se elabora en las buenas añadas, no hay Castillo Ygay Gran Reserva de 2008, 2006, 2003 o 2002, años en los que para los criterios de la bodega la uva no era suficientemente buena. Tampoco es casual que el vino premiado sea el de la vendimia de 2010, que fue excepcional en Rioja.
Hasta el envoltorio del vino se han ido mejorando con los años: etiqueta con acabados de impresión de alto nivel, papeles responsables con el medio ambiente, papel seda que envuelve cada botella, la madera y sus acabados de cada una de las cajas...
Pero ¿todo esto justifica que el precio prácticamente se duplique en solo unos meses? Desde la bodega explican a Directo al Paladar que debe haber un “factor de coherencia con la tipología de vino y donde debe estar posicionado a nivel de imagen, de espacios donde se consigue y de precio”. La subida, apuntan, es necesaria para equilibrar la escasa oferta que se ofrece con la enorme demanda y “es el mercado el que está indicando a qué precio debe estar para que no se agote de forma alarmante”.
Un gran vino que ¿vale lo que cuesta?
Mar Romero, miembro de la Unión Española de Catadores, probó el vino hace solo una semana, y quedó encantada: “En mi opinión es un vino muy complejo y sobre todo elegante, con muchos matices en nariz bien engarzados y desarrollados sobre una base de fruta madura. Con estructura en boca, una entrada fresca que refleja su acidez perfecta, con volumen y nervio. Un vino redondo, sabroso y con un final amplio y largo. Creo que es un vino que no atiende a modas con un cuidado proceso de vinificación y guarda, pero que han sabido adaptarlo a sus diferentes mercados”.
Maribona también quedó encantado: “Es un gran vino, de gran calidad, y representa esos grandes vinos de Rioja, de una añada espectacular. Está perfecto para bebérselo, que también es importante. Muchas veces les dan premios [a los vinos] y todavía no están para beberse. Este es un vino de largo recorrido, lo que pasa es que está ahora muy muy bien”.
¿Tanto para considerarlo el mejor del mundo? “A veces los premios te condicionan”, reconoce Maribona. “Los vinos hay que beberlos sin que te condicione nada ni nadie, si ya sabes que te han dicho que es el mejor del mundo te hace valorarlo quizás un poco por encima, pero en cualquier caso es espectacularmente bueno”.
En Directo al Paladar | Doce conceptos que debes conocer para saber de vinos, aprender qué te gusta y desenmascarar a los impostores
En Directo al Paladar | Rioja estrena siete calificaciones en sus vinos: todo lo que debes saber sobre el nuevo etiquetado