La uva viura (nombre con el que más se conoce a esta variedad en la zona riojana), o macabeo (apelativo con el que se la relaciona mayoritariamente en Cataluña) es la variedad blanca más presente en el Norte peninsular.
Es la cepa blanca por excelencia del viñedo riojano, donde habitualmente arroja vinos bien equilibrados, no exentos de apreciable acidez, francos, aunque humildes en complejidad aromática, con frescos y fugazes recuerdos frutales, que, cuando jóvenes, presentan una reseñable acidez, con cuerpo, aunque poco alcohólicos, aptos para un rápido consumo.
Curiosamente, las mismas virtudes que aludimos para el viura joven, avalan al vino riojano como blanco de guarda, que sale al mercado tras un periodo de crianza en barrica de madera, donde, la importante carga de acidez que suele comportar, junto a la lenta capacidad de oxidación que presentan sus caldos, juegan a su favor, ensalzando las virtudes de la crianza oxidativa.
Y es, en este aspecto en concreto, donde la viura adquiere su mayor consideración. Los vinos blancos de guarda riojanos son una auténtica joya enológica que desafía con descaro las leyes físicas del tiempo. Resulta cuando menos curioso que una uva tan poco agraciada en su juventud, alcance su madurez de una manera tan opulenta y redonda.
En Cataluña, su otro bastión importante en cuanto a presencia se refiere, es parte integrante de la trilogía de uvas que componen el cava clásico (junto con la xarel-lo y la parellada), otorgando con su presencia al espumoso catalán, vivacidad, frescura y equilibrio. Aquí se la conoce con el nombre de macabeo.
La viura/macabeo es una uva resistente y de elevado rendimiento. Quizás por eso su cultivo se está viendo aumentado de manera considerable. Presenta una excelente adaptación a diversos tipos de suelo y condiciones climáticas, aunque, claro está, el exceso de producción incide directamente en la calidad del vino.
Foto l Supermendikute En Directo al Paladar l Tondonia Blanco Reserva 90 En Directo al Paladar l La uva Albariño