Me gusta particularmente ecribir sobre cosas que considero curiosidades, rarezas a ojos de este urbanita amante de los vinos en general, y de los vinos de postre en particular.
Ha llegado a mis manos una botella de vino de naranja de las Bodegas Oliveros, un caldo dulce protegido por la Denominación de Origen Condado de Huelva compuesto por una mezcla de uvas Pedro Ximenez y la muy usada por esos lares uva Zalema.
La particularidad de este vino, de color más claro que el clásico PX y textura menos densa, viene dada por el empleo de la naranja en el proceso de maceración.
Se añaden cáscaras de naranja durante este proceso y el vino toma un color particular, un aroma muy definido por esta característica y un sabor anaranjado muy agradable.
Su precio ronda los 18 euros la botella de 50 cl., lo cual no es precisamente una ganga, pero su sabor es sorprendente y me ha parecido interesante el resultado de la mezcolanza de la uva con esta fruta. Además, set rata de una tirada limitada y numerada, con todo lo que eso conlleva.
Ideal para acompañar todo tipo de postres, resulta no sólo un vino muy apreciable, sino una manera original de sorprender a un invitado.