Los viticultores de la provincia de Granada podrán lanzar sus vinos al mercado con una nueva etiqueta identificativa que agrupa los vinos elaborados en cualquier punto de la provincia, a partir de ahora la nueva seña de identidad en las etiquetas se denomina Vino de Granada.
La procedencia geográfica de cada vino, sea de de Granada Sur-Oeste, del norte o de la Contraviesa-Alpujarra, se indicará bajo esa denominación. Se trata de un paso más que busca consolidar en el mercado la calidad de los vinos que se elaboran en la provincia, para ello, nada mejor que proporcionar una acreditación que reconozca el Vino de Granada como una Denominación de Origen de calidad, aunque para conseguir la denominación todavía faltan algunos años.
La identidad enológica es importante y resulta costosa obtenerla, pero además, los vinos que se elaboran en Granada son la cola del vino español, no por su calidad, sino por su tardía incorporación a la llamada revolución industrial del vino durante el último cuarto del siglo XX.
Un buen vino tinto con el que disfrutamos hace ya algún tiempo fue el Borgoñón Granate que elabora la Bodega Barranco Oscuro, se trata de un vino elaborado con un 70% de tempranillo y un 30% restante de coupage. Resultó ser ideal en una degustación de tapas que realizamos, ofrece un gran cuerpo, aromas muy intensos y un largo postgusto que mostraba su gran carácter.
Seguramente hay muchos vinos granadinos que merecen darse a conocer por la calidad que ofrecen, el trabajo que están realizando las tres asociaciones de viticultores y productores de vino, terminará por dar su fruto y mostrará el buen hacer de los granadinos.
Vía | Diario Granada Más información | El mundo Vino