Claudia Moller, una historiadora argentina, ha aprovechado una bodega romana de su propiedad situada en la provincia de Salamanca para crear Vinarius, una empresa que se dedica a darle todos los mimos que uno no sabe o no puede dar a sus mejores vinos.
La idea es crear un depósito (o una guardería) donde guardar los vinos en el mejor estado posible para su posterior degustación por parte del cliente y de sus acompañantes.
Se trata de una especie de banco de vinos dividida en dos zonas: la zona de degustación y la cámara térmica donde se guardan los caldos, zona que sólo puede ser visitada (como en las cámaras de cajas de seguridad de los bancos) por Claudia Moller y el cliente de turno. El proceso engloba desde que te decides a guardarlo hasta que lo degustas: un coche refrigerado recoge el caldo en tu casa y lo lleva a la bodega en condiciones de seguridad no sólo a la hora de la conservación del vino en óptimas condiciones, sino que también cuenta con un sitema GPS que puede ser seguido por el cliente a través de su web.
Además, la promotora Vinarius cuenta con servicio de asesoramiento o de catering gracias a su alianza con Paula Hoteles & Restaurantes.
Una idea interesante para exprimir un poco más este mundo emergente que es el del vino...