Cada vez que me encuentro ante alguna propuesta como esta de la Union Wine Company me pregunto: vino en lata, ¿sabrá mejor de lo que suena? Porque no es la primera vez que veo esta idea planteada, hace casi 10 años sacó una el Grupo Garvey y no parece que cuajara, así que no debe de ser una idea tan acertada.
Los razones esgrimidas para comercializar el vino en lata son varias. La primera y principal es la idea de romper con la formalidad y protocolo asociado a disfrutar de una copa de vino, algo que quizás tiene más sentido en la cultura anglosajona --la bodega en cuestión es de Portland-- pues aquí el vino es algo bastante cotidiano.
Otro de los motivos para enlatar el vino es reducir los costes de envasado. Las latas reducen en un 40% estos costes, lo que en teoría permite ofrecer un vino de mayor calidad al mismo precio. Por último, está la cuestión de la comodidad, una lata se puede transportar más cómodamente y ofrece una cantidad de vino adecuada para dos personas.
Actualmente ofrecen dos variedades, Pinot Noir y Pinot Gris, ambas producidas en Oregon, aunque si el invento funciona lo ampliarán a otras variedades que ya comercializan en vino.
Personalmente, les deseo que les vaya bien, y puede que en el mercado anglosajón lo haga. En estos lares lo veo más complicado, pues el hecho de que esté envasado en lata hará que parezca un vino de peor calidad --como ocurre con los vinos en brick-- y además no tengo nada claro que el metal conserve el vino de la misma manera que lo hace el vidrio, ya que si bien la lata viene recubierta en su interior para que el vino no entre en contacto con el metal, está mucho más expuesto a cambios de temperatura.
Y vosotros, ¿beberíais vino en lata o preferís mantener la liturgia de descorchar la botella?
Vía | Design Milk Más información | Union Wine Co. En Directo al Paladar | Vino Helvética, un vino sin serifas