El fin de las vacaciones, la vuelta al cole, el regreso al trabajo o la llegada del frío; son situaciones que cada año por estas fechas se repiten y que nos indican que ha llegado la hora de retomar la rutina. Sin duda, las circunstancias de cada uno harán de ese retorno un proceso diferente, pero creo que a rasgos generales, el final del verano marca una etapa distinta en nuestro quehacer diario, y se enfocan los meses restantes del año de distinta manera.
Aunque ya no seamos estudiantes o no hayamos tenido las vacaciones habituales, lo cierto es que el cambio de estación también supone cambios en nuestro organismo y en nuestro día a día. Ya hemos visto cómo la llegada del otoño influye en nuestro bienestar y hemos compartido consejos para preparar lo mejor posible a nuestro cuerpo para afrontar esos cambios. Pero además debemos enfrentarnos a nuevas y viejas rutinas que pueden afectar a nuestro ánimo. Sin embargo, podemos combatir ese hastío y la temida depresión postvacacional con sencillas ideas que nos ayudarán a retomar el ritmo con energía y optimismo.
Una rutina con optimismo
La vuelta de las vacaciones implica en primer lugar tener que volver a acostumbrarnos a unos horarios fijos, a ajustarnos a una agenda y cumplir con distintas tareas en el día a día. Se tenga o no trabajo, todos dejamos atrás los días sin ataduras de horarios para retomar viejas rutinas o afrontar unas nuevas. Madrugar, correr para coger el autobús, tener apenas tiempo para dedicar a las comidas... ir contrarreloj resulta especialmente duro los primeros días, cuando aún estamos acostumbrados a las jornadas sin horarios de las vacaciones.
Pero el cuerpo es sabio y es capaz de habituarse a nuevos hábitos con más facilidad de la que pensamos. Hay que intentar afrontar cada día con optimismo cada mañana, procurando planear bien todas las tareas y evitar prisas que nos causen ansiedad y estrés. Y para ayudar a retomar la rutina, una buena idea es procurar que nuestra vida no se vuelva demasiado rutinaria.
Puede parecer una contradicción, pero no lo es. Obviamente debemos seguir unas pautas de horarios cada jornada, pero para evitar caer en la desgana y el aburrimiento podemos tratar de incluir pequeñas cosas en nuestro día a día y así huir del hastío. Quedar con amigos para tomar algo después del trabajo, buscar nuevas rutas de desplazamiento, darnos algún capricho gastronómico, llenar nuestra rutina de música alegre, planificar actividades distintas para el fin de semana, etc. Con pequeños gestos podemos mantener la ilusión diaria.
Actividad para mantener las energías
Y es que mantenerse activo es fundamental para mantener la vitalidad. Es cierto que la jornada laboral, los estudios o las tareas domésticas parecen agotar nuestra energía, pero hay que luchar contra la pereza e incorporar algo de actividad extra en nuestras rutinas. No sólo estaremos cuidando nuestra salud física, sino también la mental, y es que al cerebro le sienta de maravilla no caer en acciones repetitivas, y eso se traduce en un mejor estado de ánimo.
Si podemos, incorporar algún deporte a nuestra agenda semanal es una gran idea para sobrellevar el fin del verano. Puede que los primeros días tengamos que hacer un esfuerzo extra, pero pronto el deporte se convierte en un hábito que nos ayudará a desconectar del día a día y nos hará sentir mucho mejor. Activar el cuerpo mediante el esfuerzo físico repercute positivamente en nuestro cuerpo y en nuestro ánimo, y además, nos ayudará a dormir mejor, algo fundamental para poder afrontar el día a día.
Pero además del deporte podemos incorporar otras actividades a nuestra agenda. Cosas simples como evitar los ascensores, no abusar del coche o del transporte público, salir a bailar o dar paseos ayudan a mantenernos activos. Una buena idea es dedicar el fin de semana a organizar pequeñas excursiones en familia, que además resultan ideales en esta época del año ya que el otoño ofrece una época perfecta para disfrutar de la naturaleza.
La importancia de la alimentación
Ya lo hemos comentado aquí en muchas ocasiones; la alimentación es un factor básico para nuestra salud y nuestra vitalidad. Alimentarnos correctamente no sólo repercute en nuestro organismo sino también en el estado de ánimo, ya que nutrición, salud y bienestar están íntimamente relacionados y se influyen entre sí.
El primer paso para afrontar el día a día con optimismo e ilusión es sentirse bien con uno mismo, y en ello la alimentación juega un papel esencial. Una dieta rica en vitaminas y minerales es esencial para el correcto funcionamiento del organismo, y no debemos olvidarnos de la energía que conseguimos a través de los hidratos de carbono para poder enfrentarnos a las tareas diarias. Retomar la rutina será más difícil si el cuerpo no tiene suficientes reservas energéticas para mantener el ritmo.
Pero la importancia de la alimentación no termina ahí. El acto mismo de comer y determinados alimentos nos pueden ayudar a sentirnos con más vitalidad. Cuidar el momento de de cada comida, planificando una dieta equilibrada y dedicándole el tiempo necesario, lo convierten en algo placentero con lo que disfrutar, y así sentirnos mejor con nosotros mismos. Es conveniente no hacer comidas copiosas, y por eso los productos sin lactosa que nos ofrece Kaiku son ideales para disfrutar de digestiones ligeras.
Los productos lácteos son un gran aliado a la hora de sentirnos bien. Un buen vaso de leche o una porción de queso nos aporta proteínas de alta calidad además de vitaminas y minerales. Y especialmente interesantes en esta época son los yogures, cuyos componentes ayudan a equilibrar la flora bacteriana de nuestro intestino y por tanto refuerzan nuestro sistema de defensas.
Además, los aminoácidos presentes en los lácteos ayudan al cerebro a segregar serotonina, un neurotransmisor que contribuye a elevar el estado de ánimo y favorece un adecuado descanso, otro factor esencial para que tengamos la energía necesaria en nuestro día a día. Por eso es aconsejable potenciar el consumo de productos lácteos en esta época, y podemos disfrutar de la gama de Kaiku en multitud de recetas diferentes, como una ligera crema de calabacín o un nutritivo bizcocho para el desayuno.
Imágenes | Carwyn Lloyd Jones, vastateparksstaff, Veganbaking.net En Espacio sin Lactosa | Consejos para preparar nuestro cuerpo de cara al otoño En Espacio sin Lactosa | Todos debemos alimentarnos bien para vivir mejor
Liliana Fuchs es una joven murciana que se trasladó a Madrid después de licenciarse en Historia de arte. Hace años le detectaron intolerancia a la lactosa pero eso no ha impedido que siga disfrutando de una de sus pasiones, la cocina rica y saludable. Actualmente es editora en Directo al Paladar