Esta es una nueva receta sin lactosa, y va de dulce porque si hace dos días Liliana nos trajo unas deliciosas magdalenas para desayunar (de las que no quedan ni las migas), yo he optado por una tarta muy primaveral.
Se trata de un postre en el que hemos elaborado la base y la hemos completado con un relleno de cerezas, nata y huevos. Eso sí, es un plato sin lactosa, como nos gustan en este espacio, ya que para nosotros es muy importante sentirnos bien después de cada comida.
Por otra parte es una propuesta que interfiere de frente con la ‘operación bikini’, para aquellos que la sigan, sin embargo ¿cómo podríamos resistirnos? Es que las cerezas son uno de los frutos estrella de finales de la primavera y su temporada no es demasiado larga, así que a partir de ahora estarán presentes en nuestra cocina de diferentes formas.
Ingredientes:
* Para la masa: 340 grs. de harina, una cucharadita de postre – rasa – de levadura química, 110 grs. de azúcar moreno y una cucharadita de azúcar avainillado. Ahora los ingredientes líquidos: 120 mililitros de aceite de oliva, seis cucharadas soperas de agua y dos yemas de huevo.
* Para el relleno: 200 ml. de nata para cocinar sin lactosa Kaiku, 3 huevos, 60 gramos de azúcar moreno, 40 gramos de harina de almendras y 500 grs. de cerezas.
Cómo hacemos nuestra tarta de cerezas:
En primer lugar confeccionamos la masa mezclando la levadura con la harina y después el resto de ingredientes sólidos. También ponemos en un bol las yemas a las que añadiremos el aceite removiendo bien.
Podemos añadir a este recipiente la primera mezcla y empezaremos a amasar con las manos hasta que notemos que nos falta líquido, en este punto empezamos a añadir una a una las cucharadas de agua sin dejar de trabajar el conjunto. Cuando tengamos la masa ya unida la podemos pasar al banco o mesa de cocina (habremos enharinado antes), y seguimos unos minutos.
Debe quedar una masa de consistencia semi-elástica y fácil de manejar, podemos hacer una bola y guardarla en la nevera envuelta en papel film de cocina. El tiempo de reposo no debe ser inferior a una hora.
Ahora vamos a ir preparando el relleno y para ello batimos los huevos junto con la nata hasta que de por resultado un líquido de color amarillo claro. Podemos añadir el azúcar y la harina de almendras mientras batimos sin cesar, por último incorporamos las cerezas lavadas y deshuesadas.
Guardamos nuestro relleno bien tapado unos minutos, mientras preparamos la masa para forrar el molde.
Precalentamos el horno a unos 180 º y volvemos a coger la masa para colocarla de nuevo en una superficie lisa ligeramente enharinada, amasamos de nuevo y la convertimos otra vez en bola para ir estirando por los extremos hasta que nos quede con forma de disco. Habremos engrasado (con aceite) y enharinado el molde y al forrar con nuestra masa, podemos seguir estirando hasta cubrirlo y que nos quede para tapar al menos la mitad de la altura de las paredes. Antes de cocerla tenemos que pinchar suavemente el fondo para que no se eleve demasiado durante la primera cocción.
Metemos al horno la masa por espacio de diez minutos, la sacamos y cubrimos con relleno, 15 minutos más de horno (esta vez a 200 º) y estará listo nuestro postre.
Degustación:
Lo más recomendable es utilizar un molde para tartas desmontable, porque así no se romperá a servirla en la bandeja.
Se puede comer recién salida del horno, pero si dejamos enfriar y guardamos un par de horas en el frigorífico estará más rica.
Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.