A pesar del calor que aún hace, en casa ya estamos cocinando platos típicos de la estación, y para hacerlo, recurrimos sobre todo a los productos estrella de la temporada. Así aunque aún nos puedan apetecer cremas frías como esta de zanahoria y naranja, empezamos a utilizar calabazas, frutos secos, membrillos, ... y esperamos ansiosos las primeras alcachofas.
He hecho unas tartaletas de calabaza con nata sin lactosa que realzan el sabor de esta dulce curcubitácea, y constituyen sólo una muestra de todo lo que desde el punto de vista gastronómico se puede hacer con este fruto que aporta mucha fibra y vitaminas. Vosotros mismos podréis descubrir como más allá de los purés y la calabaza asada, nuestra protagonista de hoy, da mucho juego. Además, no olvidemos que las calabazas están muy asociadas a la celebración de Halloween, por lo que nuestra receta de hoy puede servirnos como cena en ese día tan señalado.
Ingredientes (para cuatro tartaletas):
Base: 500 gramos de harina de fuerza, 200 gramos de azúcar blanco, 10 gramos de polvo de levadura química, 160 mililitros de aceite de oliva, dos huevos y un pellizco de sal.
Relleno: 300 gramos de calabaza asada sin piel ni pipas, una cebolla mediana, 100 gramos de azúcar moreno, un brick de nata para cocinar sin lactosa de Kaiku, una pizca de canela, 50 gramos de harina de almendras, una pizca de sal, aceite de oliva, albahaca y dos huevos.
Cómo hacemos nuestras tartaletas de calabaza con nata sin lactosa:
En esta ocasión he hecho la masa con la panificadora para simplificar el proceso: se mezclan los ingredientes sólidos y se introducen en la cubeta de amasado, después se baten los huevos y se agitan junto con el aceite, vertiéndolo sobre la mezcla anterior. Se selecciona el programa de amasado, y cuando finaliza se vuelve a ligar la masa con las manos enharinadas y se enrolla en papel film de cocina dejándolo reposar dos horas en la nevera.
Para el relleno rehogamos la cebolla picada en aceite y la cocinamos con albahaca seca. Después aplastamos la calabaza asada con el azúcar y la harina de almendras, e incorporamos la cebolla, aderezándolo todo con canela, reservamos en un bol tapado y batimos los huevos con la nata para cocinar sin lactosa. Añadimos a la mezcla anterior y a una pizca de sal y volvemos a removerlo todo.
Con la masa forramos cuatro moldes para tartaletas engrasados con aceite de oliva, y vertemos el relleno, después lo llevamos al horno precalentado (170º) durante media hora. ¿El resultado? un dulce sabroso para disfrutar de la masa bizcochada (gracias a la harina de fuerza) y el sabor de la calabaza.
Degustación:
Yo he decorado mis tartaletas con coco rallado porque me gusta mucho cómo combina con la calabaza. Si se sirven frías están mucho más ricas y nos pueden servir como merienda otoñal (muy original), o cena para la noche de Halloween, acompañadas de palomitas saladas. Si lo hacéis así, no olvidéis decorar la casa con elementos alusivos.
Tiempo de elaboración | 2 horas Dificultad | Fácil
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Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.