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Recetas de Navidad sin lactosa: roscón de Reyes relleno de nata montada

Recetas de Navidad sin lactosa: roscón de Reyes relleno de nata montada
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Con las Navidades llamando a la puerta en las familias con niños es casi inevitable oír hablar de los Reyes Magos, los pequeños escriben una y otra vez sus cartas con ilusión y recrean esa noche mágica en la que verán pasar montados en camellos o subidos en carrozas a los personajes más esperados del año.

¿Cómo imaginar una noche de Reyes sin roscón?, en casa nos hemos adelantado unas semanas y hemos hecho el nuestro, para seguir contándoos que los postres navideños pueden estar libres de lactosa. Antes de poneros a leer me gustaría aclarar que no es una receta difícil, pero necesita sus tiempos y por ello es bueno que nos organicemos para tener por delante parte del día, eso sí, no os preocupéis porque este roscón os dejará seguir realizando algunas actividades familiares en casa durante el proceso.

Ingredientes:

Nota importante: con los ingredientes que os detallo podéis hacer un roscón grande o dos más pequeños, esta última opción es la que he utilizado yo, me han quedado dos roscones, uno para casa y el otro para invitar a merendar a los amigos de mis hijos.

  • Masa madre: 130 gramos de harina de fuerza, 10 gramos de levadura de panadería, 70 mililitros de leche entera sin lactosa Kaiku, una cucharada de postre de azúcar blanco.

  • Masa roscón: 450 gramos de harina de fuerza, 20 gramos de levadura de panadería, un pellizquito de sal, 60 mililitros de leche entera sin lactosa Kaiku, 70 mililitros de aceite de oliva, dos huevos, 120 gramos de azúcar glacé, ralladura de medio limón, ralladura de media naranja, zumo de media naranja.

  • Decoración: un huevo, azúcar blanco, frutas confitadas, nata para montar sin lactosa Kaiku.

Cómo hacemos nuestro roscón:

Paso a paso Roscón de Reyes relleno de nata montada

Vamos a elaborar primero nuestra masa madre, no os asustéis porque es muy fácil, tanto si estáis acostumbrados a elaborar panes y repostería en casa como si no. Se disuelve la levadura en leche tibia que habremos puesto en un cuenco, se le añade el azúcar y después se incorpora poco a poco la harina mientras amasamos con las manos hasta unir todos los ingredientes y conseguir una masa de color claro que no se pegue a los dedos. Con la masa formamos una 'pelota' y la metemos en un recipiente con agua tibia... cuando flote podemos sacarla porque ya está lista para ser formar parte de nuestro postre.

En el proceso de elaboración de la masa para el roscón es importante seguir el orden de utilización de ingredientes: así nos costará menos amasar, y el resultado será mejor. Disolvemos la levadura en leche tibia (de nuevo) y reservamos, después cogemos un bol grande y batimos los huevos, incorporando el aceite, la leche con levadura, el azúcar, las ralladuras, el zumo y la sal. En segundo lugar añadimos la harina de fuerza y mezclamos con los otros ingredientes, antes de que estén bien mezclados, pondremos nuestra masa madre y volveremos a amasar.

Podemos valernos de una cazuela grande o bol (mejor porque tiene la boca más ancha) para amasar, pero cuando la masa empieza a estar elástica y manejable, es conveniente enharinar la mesa de trabajo y continuar así hasta que hayamos conseguido un resultado que no se pegue a los dedos. Las masas con levadura de panadería siempre deben reposar en un lugar caldeado (y tapadas con film de cocina + paños de algodón), al menos tres horas.

Finalizado el reposo la masa habrá duplicado su volumen y formaremos una bola a partir de la cual moldear nuestro roscón. Como ya os he dicho yo he hecho dos roscones pequeños con la masa. Para ello he cortado la masa por la mitad, y con cada pedazo se seguido el proceso: empezamos haciendo un agujero en el centro y ensanchándolo mientras procuramos que la masa esté bien repartida por la circunferencia (que no queden unas zonas más delgadas que otras). Cuando esté la forma acabada ponemos una flanera metálica o una bola de papel de aluminio (se deben cubrir de aceite para que no se pegue la masa) en el centro para que no se cierre el agujero, y dejamos reposar una hora más.

Ya tenemos casi listo nuestro roscón: sólo nos queda 'pintarlo' con huevo batido y cubrirlo con trozos de frutas escarchadas y azúcar blanco húmedo (con agua). Lo introduciremos a media altura en el horno precalentado a 180 grados, en 35 minutos estará listo (o hasta que la superficie esté dorada), podéis comprobar que esté cocido introduciendo un palo metálico para brocheta (si sale seco es que la masa está lista).

Vista relleno Roscón de Reyes

Degustación:

Mientras lo dejáis enfriar podéis montar la nata con batidora de varillas y añadirle azúcar al gusto. El roscón está delicioso sin relleno, pero mis hijos siempre han visto en casa de su abuela roscones rellenos de trufa o nata, querían que yo lo hiciera así, así que con mucho cuidado se parte por la mitad con cuchillo de pan, y se rellena utilizando una manga pastelera con la nata.

Cuando mejor sabe es recién hecho, y se puede acompañar con un batido de chocolate sin lactosa o una taza de leche (sin lactosa) caliente con cacao soluble.

Un consejo: hacer un roscón de Reyes en casa es gratificante, siempre, además si se siguen los pasos el resultado es bueno. Generalmente salen esponjosos, ya lo veréis.

Dificultad | Media Tiempo de elaboración | Dos horas (más el reposo)

En Espacio sin Lactosa | Receta de galletas navideñas con leche sin lactosa, Las mejores recetas de Navidad sin lactosa

Macarena


Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.

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