Los que nos seguís habitualmente en este “espacio sin lactosa”, sabréis que hace unos días os conté algunos trucos para conseguir una buena digestión, porque estoy convencida de que es determinante no sólo de cara a sentirnos bien, sino también a la realización de nuestras actividades diarias.
Entre otras cosas hablaba de las técnicas culinarias y de la utilización de determinados ingredientes en la cocina (en concreto la nata para las salsas). Creo que no hace falta que os recuerde que los productos sin lactosa son aptos para cualquier persona que desee descubrir el mejor sabor combinado con una sensación ligera al paladar y agradable para nuestro sistemas digestivo.
Es por esto que hoy os presento la nata para cocinar sin lactosa de Kaiku, que se presenta en su envase morado (como el resto de productos de la gama) y en formato de 200 m. No es un producto indispensable en la cocina, pero la nata puede alegrar o mejorar muchos de nuestros platos: habitualmente la utilizaremos en su versión para montar en platos dulces, y la que se cocina vamos a usarla generalmente en platos salados (aunque esta última nos vendrá muy bien en pasteles como el que comimos hace dos semanas, o para preparar cobertura de chocolate).
La nata es un alimento rico en materia grasa que se separa de la leche por diferentes procedimientos. Denominada “crema de leche” en algunos sitios, sirve para preparar salsas, enriquecer postres o purés de verduras, e incluso se convierte en complemento indispensable de algunos platos, como algunas recetas de “risotto” o los tallarines a la carbonara.
Ya sabéis que no es necesario prescindir del sabor de los lácteos para disfrutar de la buena cocina, y para apreciar sus cualidades. Los productos sin lactosa están aquí para ayudarnos a “sentir” nuestros platos de otra manera, y la nata para cocinar de hoy nos aportará un sabor suave y saludable a la vez, con sólo un 15 % de materia grasa.
Imágenes | cybrgrl en Flickr, Kaiku
Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.