Hace un par de semanas los pescaderos españoles de chirla de Huelva regalaron 200 kg de chirla fresca a los viandantes en protesta por la situación que mantienen desde hace tiempo y que está hundiendo el sector en opinión de los propios afectados.
La competencia, que es en lo que se basa el mercado, lo queramos aceptar o no, marca el precio final. Ahora bien, los pescadores de Huelva denuncian que la chirla italiana inunda el mercado cuando ellos están faneando para bajar el precio y cuando les toca parar bajan las exportaciones para que el precio de eleve. En fin, competencia desleal en toda regla.
Lo que piden es que la administración les defienda ante este tipo de prácticas, además que puedan elevar las horas de pesca hasta las siete u ocho horas al día en lugar de las cinco actuales y que se muevan los fondos marinos para renovar la chirla. Además, entre sus reivindicaciones está que se pueda pescar en Doñana, ya que dicen que su actividad no perjudica al Lince Ibérico.
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