Nos gustan los desayunos completos, variados y sanos y disfrutamos preparándolos con cariño, tomándonos nuestro tiempo para prepararlos y para disfrutarlos. En un buen desayuno, las tostadas son un elemento esencial y por eso hoy nos planteamos disfrutar de la vida, haciendo nuestro propio pan para el desayuno.
Es cierto que hacer pan requiere de tiempo, pero os aseguro que merece la pena. Si tras leer este artículo os planteáis hacer vuestro propio pan el fin de semana, ya habréis dado un paso grande hacia vuestra felicidad. Si además de plantearoslo lo lleváis a cabo y hacéis vuestro pan casero, empezaréis a introduciros en un campo ilimitado, el de la panadería casera.
Ingredientes para hacer pan casero
- 500 gr de harina de fuerza, 10 gr de sal, 6 gr de levadura fresca de panadero, 325 ml de agua a temperatura ambiente, y harina extra para espolvorear la mesa de trabajo
Cómo hacer un pan casero para desayunar
Para hacer panes caseros hay muchas técnicas que requieren amasados, reposos, fermentaciones y otros procesos. Lo primero que haremos es mezclar en un bol la harina de fuerza con la levadura y la sal. Después vamos incorporando el agua removiendo lo justo para que los ingredientes se unan, sin necesidad de amasar. Después, pasamos la masa a un tupper y la dejamos reposar durante toda la noche.
Al día siguiente enharinamos la mesa de trabajo y estiramos la masa formando un rectángulo. Si queréis aprender un pan muy sencillo que no requiere amasado, podéis hacer lo siguiente: doblad la masa sobre sí misma como si la estuvieráis enrollando y repetid la operación en el otro sentido, como si fuera una servilleta.
Después, dejad los pliegues en la parte de abajo y volved a dejar reposar la masa durante un par de horas. Encendemos el horno a 180º con calor arriba y abajo pero sin ventilador. Ponemos la masa de pan en una cacerola o fuente con tapa, volcándola para que los pliegues queden en la parte de arriba y lo horneamos durante 40 minutos.
Si preferimos un pan más tradicional con amasado, al día siguiente del reposo, amasamos la mezcla y la trabajamos durante unos 5 minutos. Dejamos reposar durante 10 minutos cubriendo la masa con un paño. Volvemos a amasar y formamos una bola, dejandola fermentar hasta que doble su volumen. Precalentamos el horno a 220º C y dividimos la masa en dos partes. Hacemos unos cortes en la parte superior y horneamos durante 40 minutos, rociando con spray de agua al principio para que nos quede un pan con la corteza muy crujiente y esponjoso en su interior.
Lo bueno de hacer pan casero, ya sea con amasado o sin él, ya sea en forma de panes de pueblo, hogazas, barras o baguettes es que es un proceso muy entretenido, lleno de sorpresas en el que cada vez que intentéis hacer un pan nuevo, descubriréis nuevos sabores, nuevas dificultades y nuevos éxitos.
Hay un montón de libros de los que aprender recetas y técnicas de panadería. Con ellos os animaréis a preparar distintas variedades de pan, con las que enriquecer vuestros desayunos y preparar las mejores tostadas. El aroma del pan extendiéndose desde el horno por toda la casa compensa el esfuerzo. Y la sonrisa de la familia al probar la primera rebanada.
Si ya eres aficionado a hacer pan casero ya sabes de lo que te estoy hablando. Y si nunca lo has hecho, te invito a que lo hagas porque es muy gratificante y da mucha satisfacción comerte algo que has preparado tú partiendo de dos ingredientes tan sencillos como la harina y el agua. ¿Te animas a probar a hornear tu propio pan este fin de semana?
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