La revista Archives of Internal Medicine publica en su último número la investigación realizada por un equipo del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas del Hospital del Mar, Barcelona, en el que queda patente que la ingesta de aceite de oliva virgen y de frutos secos es mejor que una dieta baja en grasas para quienes tienen riesgo cardiovascular.
La conclusión de esta investigación es fruto del estudio a 372 personas con factores de riesgo cardiovascular, diabetes, hipertensión, dislipidemia, obesidad o historia familiar de enfermedad cardiaca y con edades comprendidas entre los 55 y los 80 años. Se hicieron grupos a los que se les asignaron unos hábitos alimenticios durante tres meses, un grupo tomaba una dieta mediterránea con un suplemento de aceite de oliva virgen, otro grupo disfrutaba de la misma dieta pero con un suplemento de frutos secos y el último consumió una dieta baja en grasas.
El resultado ya lo conocemos, las personas que disfrutaron de la dieta mediterránea con el suplemento de aceite de oliva o frutos secos, redujeron más sus niveles de oxidación lipídica (redujeron los niveles de colesterol malo), en mayor proporción los que consumieron aceite de oliva virgen.
Ahora veamos algunas de las conclusiones que los investigadores nos dan a conocer, anteriormente declaradas, pero afirman que ahora se trata de la “primera evidencia científica de que el aceite de oliva virgen y los frutos secos ofrecen un efecto protector frente a la formación de la placa de ateroma, lo que provoca la aterosclerosis”.
Vía | El Mundo Más información | Archives of Internal Medicine