La ajedrea o hisopillo, procedente de la Europa Oriental, pertenece a las plantas aromáticas y medicinales. De la familia de las lamiáceas, este arbusto de poca altura muestra hojas opuestas y ovales de entre 1 y 3 centímetros de largo, además de los racimos de flores blancas o violáceas.
Existen tres tipos de ajedrea, la estival, la invernal y la ajedrea fina. La primera es más suave que la invernal aportando un suave sabor a pimienta, la ajedrea invernal tiene un toque de sabor a pino y la ajedrea fina es más similar al tomillo.
Su aplicación en la cocina se viene haciendo desde hace miles de años, siendo en nuestro país muy asociada al adobo de aceitunas. Su potente aroma y sabor hace que sea necesario utilizarla con moderación y generalmente forma parte de las Hierbas Provenzales.
Para aromatizar verduras, ensaladas o carnes blancas, es más recomendable la ajedrea estival. La invernal, que como hemos dicho es más fuerte y combina mejor con el resto de carnes, guisos, sopas, etc. La ajedrea fina crece en climas templados y se puede utilizar igual que la ajedrea invernal.
Esta hierba aromática se recoge en el periodo de floración, cortando los tallos no leñosos. Para secarla, conviene extenderla en un lugar sombrío y bien ventilado sobre papel blanco, después basta con reservarla en botes herméticos.
También se puede elaborar un vinagre de ajedrea, que aporta un aroma y sabor muy especial en las ensaladas.
No debemos olvidar sus propiedades medicinales, es antiséptica, digestiva, carminativa, cicatrizante, expectorante, desinfectante bucal y estimulante entre otras propiedades, ¿cuáles conoces tú?
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