Conocemos los helados desde que éramos bien pequeños. La demanda ha provocado que surgieran los helados de mil y un sabores, hasta llegar a los helados salados.
Los heladeros confían en su imaginación y en los productos naturales a la hora de innovar. Hay un sabor de helado para cada día del año, como mínimo.
El helado sin duda alguna, es el postre rey, pero actualmente se lleva al primer plato, por ejemplo con una ensalada con helado de zanahoria o ensalada con helado de queso de cabra.
Y es que no es de extrañar, si tenemos helados con sabor a foie, fabada, lentejas, tortilla de patatas, aceitunas, lechuga, queso... y todo lo que nos podamos imaginar, es normal que este ingrediente se incluya en primeros platos, segundos e incluso aperitivos.
La mayoría de ellos son helados salados que combinan a la perfección con numerosos platos de alta cocina.
Según dicen los expertos, el éxito de un helado es la mezcla de texturas.
En cuanto a tomar un helado sólo, en tarrina o en cucurucho, igualmente puedes disfrutar de estos sabores tan diferentes, ya sea pulpo, carajillo, pipas de calabaza... quizá nos parezcan sabores extraños, pero al que le gustan las pipas, sin duda, le gustará el helado de pipas.
Nosotros hemos probado el de gambas, parece mentira lo bueno que está. ¿Tú cuál has probado?
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