Brindan proteínas de calidad pero con bajo aporte de grasas
Si de manera habitual organizas una barbacoa para celebrar o para degustar con amigos y familiares, te mostramos cómo lograr un verdadero banquete sin pasarte y te mostramos para ello las tres carnes con menos calorías que puedes hacer a la parrilla.
Habitualmente acudimos a piezas grandes y con alto contenido graso para sumar a nuestras barbacoas, incluyendo por ejemplo embutidos como los chorizos o las morcillas así como también, entrecots, chuletones o piernas y muslos de pollo que suelen contener una gran cantidad de calorías.
Si bien estas piezas de carnes son las más usadas en la parrilla porque no pierden jugosidad fácilmente y al cocinarse sobre la parrilla van tomando una textura crujiente debido a su alto contenido graso, la realidad es que si buscamos mejorar la calidad de nuestra dieta o no descuidar las calorías de la misma, hay otras alternativas más favorables que pueden ayudarnos al respecto.
Carne de pavo especialmente la pechuga
El pavo es una carne que en todos los cortes presenta una gran cantidad de proteínas que ronda el 20% y un bajo contenido graso (8% o menos).
Así, la carne de pavo no supera los 150 kcal por cada 100 gramos y puede resultar un excelente alternativa para sumar a nuestras barbacoas.
El solomillo de pavo, pero especialmente la pechuga, concentra más proteínas y muchas menos grasas en su interior, y podemos elaborarla en nuestra barbacoa junto a diferentes hortalizas como parte de unas brochetas o pinchos, o bien, podemos asarla junto a una salsa que incremente su jugosidad.
También es posible elaborar con carne de pavo una especie de papillote con vegetales diversos que colocaremos sobre la parrilla para lograr un plato verdaderamente sabroso y saludable, rico en proteínas de calidad y con bajo aporte de grasas y calorías.
Pechuga de pollo: el corte más magro
Dentro del pollo, los muslos y las alas son las alternativas con mayor aporte de grasas en su interior y menor proporción de proteínas, mientras que si acudimos a la pechuga de pollo podemos obtener alrededor de un 22% de proteínas y no más de un 6% de grasas.
Así, la pechuga de pollo es una carne ligera de alrededor de 150 Kcal por cada 100 gramos, que podemos también sumar a nuestras barbacoas.
Lo ideal para no lograr un plato reseco sino más bien jugoso y muy sabroso es asarlas previo marinado o tras haberlas cubierto con una salsa elaborada con especias y condimentos varios, zumo de limón, mostaza y un mínimo de aceite de oliva extra virgen.
Asimismo, lo recomendable en estos cortes magros y ligeros es no prolongar en demasía la cocción en la parrilla, para evitar la sequedad de la pieza.
Ora buena alternativa es combinar pechugas de pollo con vegetales diversos para crear pinchos o brochetas, o bien, un papillote a la parrilla.
Lomo de cerdo: la alternativa ligera entre las carnes rojas
Si nos apetecen más las carnes rojas, el lomo de cerdo resulta una excelente alternativa y viene a ser una opción mucho más magra que el secreto ibérico o que las chuletas.
En el lomo de cerdo podemos encontrar hasta un 22% de proteínas con no más de 8% de grasas, por lo que resultará una carne de aproximadamente 160 Kcal por cada 100 gramos.
Se recomienda, para evitar la sequedad, cocinar la pieza entera; pudiendo también cubrirla con una costra a base de especias y mostaza o bien, rodearla de vegetales como parte de pinchos, brochetas o en medio de un papillote.
El lomo de cerdo, a diferencia de las otras carnes, ofrecerá además de proteínas de calidad una gran proporción de hierro a nuestro organismo.
Estás son las tres carnes más ligeras que podemos asar a la parrilla para disfrutar de una barbacoa sin pasarnos ni descuidar la calidad de la dieta.
En DAP | Cómo hacer el mejor pollo en la barbacoa: los trucos para que quede siempre jugoso
Imagen | Foto de portada: Jo Jo, foto 1: Julia Fiander, foto 2: Pixabay y foto 3: Amanda Lim
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