A la carne de cerdo siempre se le ha considerado como una carne rica en grasa y en colesterol, pero gracias a los cambios en la alimentación a los que han sido sometidos los cerdos, su carne como el solomillo, la cinta, las chuletillas o las costillas son consideran carnes blancas y no rojas como antaño.
Esta carne se considera cardiosaludable, ya que posee menos colesterol que la de vacuno o la de ovino, las grasas monoinsaturadas tienen los mismos niveles que las carnes mencionadas y las grasas poliinsaturadas que son beneficiosas para nuestro organismo, son superiores en cantidad con respecto a las otras carnes.
Se considera a la carne de cerdo como una carne similar a las carnes blancas como el pollo, el pavo o el conejo. Atrás han quedado los mitos que trataban a la carne de cerdo como perjudicial para la salud y con un alto contenido en colesterol.
Estas son algunas de las conclusiones que nos muestra Marta Aguirre, licenciada en Medicina y Cirugía de la Universidad de Valladolid y con un master a sus espaldas en nutrición e higiene.
Vía | Teldeactualidad