Segunda salida micológica y el éxito considerable, en la primera ocasión ya os comentamos que sólo conseguimos cinco níscalos para una primera de contacto, el tamaño también era como para un diente, pero hoy mirad lo que hemos traído.
Hemos estado en un lugar muy cercano a Fredes, nos hemos pegado un buen madrugón, nos hemos abrigado mucho y hemos salido en busca de estos tesoros.
Como os imaginaréis, después de tal hazaña hemos parado a comer un buen bocadillo de esos con pan de pueblo de los que apenas de dan las manos para cogerlo, el embutido de la zona también es una delicia…
Así que ahora tenemos unos dos kilos de níscalos o rovellons que merecen una buena puesta en escena, nos encantan hechos a la parrilla, pero también nos gustaría disfrutarlos en otras elaboraciones, para ellos os pedimos colaboración, ¿cómo nos recomendáis preparar los níscalos?