Uno de los productos estrella de la Navidad es el Jamón Ibérico. Se consume todo el año, pero durante estas fiestas que se avecinan, se suele consumir con más abundancia. Esas lonchas finas con ese delicado aroma, nos producen sensaciones muy placenteras, luego, cuando lo degustamos, sentimos una gran cascada de sabor y aroma en nuestro paladar.
Pero nunca hemos hablado de cómo se debe cortar un jamón ibérico para poder degustar todos los aromas. Debemos escoger un buen cuchillo largo, estrecho, que sea flexible y que esté correctamente afilado.
Cuando cortemos el jamón, tenemos que hacerlo suavemente, con movimientos de avance y retroceso con la hoja del cuchillo y esto, a medida que se va desprendiendo la loncha. Un factor importante es conseguir que las lonchas sean finas, semi transparentes para que así, al introducirlas en la boca se deshagan.
Las lonchas deben ser finas y pequeñas con los bordes bien limpios, de esta manera evitaremos sabores rancios de la piel. Debemos cortar las lonchas justo antes de servirlas, unas lonchas recién cortadas, solapadas ligeramente en un plato de una sola capa.
Recuerda siempre conservar el jamón en un lugar seco y fresco, a ser posible colgado. Consúmelo siempre a temperatura ambiente, si lo tienes en la nevera, no podrás apreciar el esplendor de su sabor. Un dato importante, esas motas blancas que a veces vemos en el jamón, son cristales de tiroxina, un aminoácido liberado por acción de las encimas que actúan en la curación del jamón. Estas motas, garantizan una gran calidad.
Se nos está haciendo la boca agua, no resistimos, mejor nos vamos a disfrutar de un buen plato de jamón. ¿Y tú?
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