Quizás una cata de aceite pueda dar la impresión de que no resulte tan compleja como lo pueda ser una cata de vino, nada más lejos de la realidad. El aceite nos proporciona una gran cantidad de sensaciones cuando entra en contacto con nuestro paladar, los expertos utilizan varias definiciones o términos para describir el aceite al que se le realiza la cata.
Si el aceite nos produce una agradable sensación el término que se utiliza es frutado, esta sensación debe recordarnos al sabor de una aceituna sana, aquellas que son recogidas cuando alcanzan su estado ideal de maduración. Aunque también puede tratarse de un aceite frutado verde, la sensación que produce es como si detectáramos que dicho aceite ha sido elaborado partiendo de una aceituna verde.
Denominaremos frutado maduro a un aceite que nos produce la sensación de que ha sido elaborado partiendo de unas aceitunas maduras, incluso el sabor acompaña a esta descripción, ya que el aceite resulta dulce y presenta un olor un tanto apagado.
Seguro que más de una vez habéis leído u os han dicho que un determinado aceite presentaba sabor a manzana, hojas verdes, amargo, dulce, picante, almendrado, etc., la verdad es que hay un gran número de términos para definir un aceite, términos positivos o negativos. Quizás los que más desconocemos nosotros son los términos negativos, tal vez porque, o no se elaboran aceites de mala calidad o por el momento aún no nos hemos topado con ellos, quién sabe.
Nosotros hemos constatado, el aceite viejo, el más habitual por cierto, ya que suele ser el resultado de un aceite que ha permanecido largo tiempo almacenado (en la despensa), otro muy característico es el sabor rancio, se trata de un aceite que al haberse encontrado excesivamente en contacto con el aire, se ha oxidado proporcionando ese desagradable sabor.
Otra sensación negativa del aceite es el sabor a pepino, fruto especialmente de un aceite que ha estado guardado durante bastante tiempo en una de esas latas de hojalata.
En cuanto al resto de términos de sensaciones desagradables y que todavía no hemos topado con ellos, esparto, gusano, salmuera, atrojado, etc. ¿Es posible que alguno de nuestros lectores haya percibido alguna de las sensaciones que acabamos de nombrar?
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