Nuestra cocina es rica en sabor, y parte de ello se debe a las especias utilizadas, que como bien sabemos, además, algunas de ellas resultan muy beneficiosas para el organismo, fortaleciendo la salud y facilitando la digestión.
Algunas especias se deben usar con moderación, pues son de sabor fuerte y es necesario combinarlas para buscar un equilibrio sin disfrazar su personalidad. Podemos tener infinidad de botes de especias en nuestra despensa, lo importante es mantenerlos bien cerrados en botes de cristal y sin que lleguen a estar llenos del todo. El aroma que desprenden las especias nos indicará su calidad, conservando los envases preservados de la luz y el aire, se mantendrán mucho tiempo en perfectas condiciones.
Podemos optar por las especias molidas, en grano, enteras, etc., pero lo más adecuado para lograr que nos aporten todo su aroma y sabor, es comprarlas en poca cantidad y molerlas o rallarlas en el momento de consumo.
Hay que tener en cuenta, que cada especia entrega mejor su sabor a su manera, por ejemplo, el enebro, la pimienta o el cilantro, se deben machacar sin triturarlas, en cambio, las semillas de sésamo o las de amapola, se deben triturar para aprovechar sus ácidos grasos, proteínas y minerales.
Si vas a cocinar con especias, ten presente que las que son molidas hay que agregarlas casi al final de la cocción, mientras que si utilizas ramitas, semillas enteras o bayas, se pueden incorporar al principio, incluso se pueden sofreír ligeramente en el aceite de un guiso.
No olvides que para dar un toque exquisito a tus ensaladas o verduras al vapor, puedes preparar maceraciones de especias, tanto en aceite como en vinagres. Tú conoces a tu paladar, busca la combinación de especias que más te agrade y aliña tus platos con ella, y de paso, la compartes con nosotros.
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