De la pimienta sabíamos que es la reina de las especias, por fortuna se encuentra en casi todas las cocinas del mundo, pues además de su poder en la cocina, consumida moderadamente tiene poderes digestivos, vasoconstrictores, le otorgan poderes antioxidantes y anticancerígenos gracias a sus aceites esenciales, así como cierta actividad antibacteriana.
Un nuevo estudio realizado por el Departamento de Ciencias del Núcleo de la Universidad de Oriente de Monagas, que ha contado con la colaboración del Programa de Tecnología de Alimentos de la Escuela de Zootecnia de ese Núcleo de la UDO, lo reafirma y revela que los extractos etanólicos, clorofórmico y acuoso de la pimienta negra actúa como antimicrobiano contra bacterias Gram Positivas y Gram Negativas, especialmente contra Escherichi coli y Proteus, pero también inhiben la acción del estafilococo dorado y una cepa de salmonella.
Para medir el efecto antimicrobiano utilizaron la técnica de siembra masiva sobre placas de agar nutritivo con diferentes tipos de bacterias que pueden provocar enfermedades. Ahora los científicos estudian si la pimienta blanca, la verde o la roja ofrecen los mismos efectos.
Aderezar nuestros platos con pimienta negra, sobre todo poco o nada cocinada, puede estar librándonos de contraer enfermedades que nos aportaría la misma alimentación, pues hay productos que tienen una carga microbiológica alta. Nosotros la consumimos muy habitualmente ¿y tú?
Vía | Portafolio Más información | El Tiempo