El aceite es un producto vivo que precisa unos cuidados básicos en su conservación para mantener todas sus cualidades, y aunque es un producto vivo, a diferencia del vino, el aceite no mejora con el tiempo, por eso es conveniente consumirlo y no guardarlo mucho tiempo.
El consumo preferente del aceite de oliva es de un año desde la fecha de envasado, y como es posible que tengas la fortuna de tener una buena reserva de aceites elaborados por familiares, o eres de los que acuden a una pequeña almazara una vez al año para hacer despensa, debes conocer cómo conservar el aceite de oliva.
El mejor recipiente para conservar el aceite de oliva y el que más práctico nos puede resultar es el vidrio, pero nunca se debe rellenar un recipiente con aceite nuevo si contiene asientos de otro aceite, pues podría volverse rancio. De hecho, sería más conveniente no cambiar el aceite de recipiente, pero resulta casi inevitable si se desea servir en la mesa en una aceitera.
El aceite de oliva debe preservarse del aire, de la luz, del calor y de la humedad, debe estar cerrado adecuadamente y encontrarse a temperatura ambiente, una temperatura adecuada son los 20º C. La luz directa la afecta considerablemente, por eso los buenos aceites se envasan en botellas de cristal oscuro.
Si por un exceso de frío el aceite se ha espesado, basta con colocarlo en un lugar adecuado para que vuelva a su estado normal, y recuerda que hay algunos tipos de aceite que según su variedad pueden conservarse en perfecto estado hasta 18 meses.
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