Todos sabemos que el aceite de oliva virgen, es un alimento muy beneficioso para nuestro organismo gracias a algunos de sus componentes. Cuando lo degustamos en crudo, podemos apreciar sus matices de sabor y aromas, distinguidos según la región en la que se produzca y de la aceituna que se utilice. Una clase de aceite que particularmente nos gusta es el aceite de Aragón.
En Aragón utilizan sobre todo dos tipos predilectos de aceitunas, la arbequína y el empeltre, las dos son totalmente distintas pero poseen una cualidad común, el carácter fuerte.
Cuando elaboras guisos de lenta cocción y con una baja temperatura, estos aceites ayudan a mantener el sabor de los alimentos y sus aromas sin perder ninguna de sus propiedades. Si cocinas con temperaturas más altas, un asado al horno por ejemplo, el aceite no se degrada.
Nosotros utilizamos el aceite de Aragón para aromatizarlo con hierbas y así darle mucho más sabor a las ensaladas. La verdad, el aceite de oliva extra del bajo Aragón es verdaderamente sabroso, si tienes oportunidad de probarlo, nos gustaría conocer tu opinión.
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