El hongo es un ingrediente tremendamente común en las cocinas de los restaurantes más prestigiosos actualmente ya sea como guarnición, como parte de una ensalada o como ingrediente básico de una salsa.
Bueno, pues dentro de un programa para recuperar y desarrollar suelos pobres y marginales la Diputación de Zamora y la Universidad de Valladolid han decidido plantar este apreciado producto para dar valor a zonas olvidadas, abandonadas e improductivas.
Se cultivarán robles productores de hongos comestibles que posteriormente se comercializarán para tratar de desarrollar zonas pobres hasta ahora insostenibles. Los productos micológicos zamoranos, llamados "zamoranitos", están teniendo una gran aceptación y se exportan a paises como Italia, Japón, Francia, Estados Unidos y Canadá, y es que el clima y su contexto ambiental los hacen resistentes y de una gran calidad.
Confiemos en que este tipo de iniciativas concedan a la zona un valor gastronómico que redunde a su vez en una mayor afluencia turística, seguro que esto le vendrá bien a los ciudadanos de la zona.
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