Huevos duros: el gesto imprescindible para conservarlos sin riesgo

Tener huevos duros listos para consumir en la nevera es una buena idea todo el año, pero especialmente en verano cuando son súper prácticos para utilizar en todo tipo de ensaladas, pero también en platos típicos veraniegos como el salmorejo o los huevos rellenos.

A la hora de cocer unos huevos es buena idea hacer más de los que vas a necesitar en ese momento, pues una vez cocidos los huevos duros aguantan en perfecto estado en la nevera durante toda una semana.

Ahora bien, hay un error común que puede hacer que un huevo duro aguante en perfecto estado durante siete días o tengas que tirarlo casi pasado 24 horas: pelarlos.

Por qué nunca debes pelar los huevos

Con su cáscara, los huevos duros se pueden conservar en perfecto estado en el compartimento que para ello tienen casi todas las neveras –que, originalmente, se pensó para los huevos duros, no para los frescos– o en cualquier otro lugar de la misma.

Lo que nunca debes hacer es pelarlos si no piensas consumirlos en ese mismo momento. La cáscara del huevo es su protector natural y, sin ella, el alimento se degrada de forma mucho más rápida. Da igual que peles los huevos y los metas en un táper o bien tapados con film: van a ponerse malos mucho más rápido y no deberías consumirlos pasadas 24 horas.

Lo mejor que puedes hacer tras cocer los huevos durante el tiempo recomendado, mejor entre 10 y 12 minutos, es enfriarlos rápidamente en agua con hielo y, después, secarlos bien, antes de meterlos en la nevera.

No importa hacer una docena a la vez si vas a consumirlos en la siguiente semana, algo que en verano no es nada difícil, pues se pueden utilizar en infinidad de platos.

Imagen | Jane Trang Doan

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