Con la llegada de la primavera aparecen con más abundancia en los mercados las judías verdes. Aunque las podemos encontrar durante todo el año, la mejor temporada para consumirlas es primavera-verano.
Existen muchas variedades, pero todas ellas comparten sus propiedades nutritivas. Está demostrado el poder antioxidante de esta hortaliza en nuestro organismo, protegiéndolo del efecto oxidativo de las células.
Además regula los niveles de glucosa en sangre y el mineral más abundante en su composición es el hierro. Su aporte en fibra y su bajo nivel calórico hace que sea recomendable en el control de peso.
Si vas al mercado a comprar judías verdes debes comprobar que sean frescas, para ello parte la judía, debe romperse con facilidad y de forma sonora, como un chasquido. Su color debe ser verde suave y uniforme.
Una de las mejores maneras para conseguir que los niños coman las judías sin rechistar, es haciendo un sofrito con jamón serrano y ajitos, resultarán más sabrosas. O para un paladar más fino, machaca con el tenedor 2 quesitos mezclándolos con las judías verdes y patatas.
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