Kéfir, el yogur milagroso

El kéfir es un hongo, el cual se nutre de leche y la hace fermentar, como resultado se obtiene una especie de yogur. Se cree que es originario del Caucaso y le atribuyen efectos beneficiosos sobre la prolongación de la vida.

Según parece es una ayuda para muchos tipos de enfermedades como son catarros, gastritis, inflamaciones crónicas de los intestinos, higado, vesícula y vejiga.

Se ha llegado a utilizar como sustituto de la leche materna. Hoy en día se le atribuyen muchas propiedades para combatir el asma, el estreñimiento, las infecciones, enfermedades renales, úlceras o incluso enfermedades relacionadas con el sistema nervioso.

El kéfir se debe conservar en leche fresca y a temperatura ambiente, en un recipiente cerrado y sin llenar hasta el borde, con un mínimo reposo de 24 horas y no debe estar más de 48 horas en la misma leche.

Una vez que retiramos el hongo se bate la leche y se le añade azúcar o miel, aunque también se puede tomar solo, y se conserva en el frigorífico. Una vez por semana tenemos que lavar el hongo con agua tibia.

Deberas probar el kéfir, porque además de ser beneficioso, ¡está rico! será cuestión de incluirlo en vuestra dieta.

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