Son muchos los sucedáneos que pueblan el mercado. Desde "falsos" caviares, sucedáneos de cangrejo, y quizás los más populares, las Gulas (y similares), sucedáneo de las carísimas angulas. Detras de la mayoría de los sucedáneos de pescados y mariscos está el Surimi, y también se da esta circustancia en el caso de las Chovas, que es el nombre que van a recibir el sucedáneo de anchoa que van a empezar a producir en una empresa de Cantabria. Curiosamente este año ha sido nefasto para la anchoa en el cantábrico, y pudiera parecer que era la ocasión perfecta para lanzar al mercado un producto como éste. Pero hay que matizar que no va a estar aún al alcance del gran público. De todos modos a pesar de la crisis, no va a ser un producto que triunfe por reducir el precio de "sus verdaderas" hermanas, no estamos hablando del caso de las angulas (bueno, eso espero); sin embargo es un producto que tiene en su haber otras ventajas, como su estabilidad ante diversos tratamientos témicos, lo que va a convertir a las chovas en una solución muy útil para diversas industrias alimentarias.
Lo curioso del tema es que la industria en cuestión está ubicada en Santoña. Al menos es una garantía, ya que si en algún sitio saben de anchoas, y de las buenas, es precisamente en esta localidad marinera.
Vía | El Diario Montañés