Con las castañas podemos preparar infinidad de platos, desde entrantes, como sopas, como plato en si, por ejemplo un pollo con castañas, o como postres, flanes, budín, tartas, cremas, etc. Muchas de estas recetas las encontraréis en este blog, pero me gustaría hablaros de las propiedades saludables de las castañas. Tienen pocas calorías y un alto contenido de hidratos de carbono, proteínas y fibra, lo que hace que tenga un efecto saciante. Se le atribuyen propiedades vasculares reconstituyentes y antiflamatorias y son una buena fuente de minerales, como potasio, magnesio, hierro y fósforo por lo que las hace ideales para mujeres lactantes y para personas que padezcan anemia.
La fama que las acompaña de ser poco digestivas queda resuelto si las masticamos mucho, o para estómagos delicados es mejor comerlas cocidas o asadas, antes que crudas.
Como anécdota os diré que entre otros se utiliza también en el champú para teñir cabellos rubios y la infusión de las hojas del árbol se emplea contra la tos ferina. Antiguamente, las flores de las castañas se utilizaban para aromatizar el tabaco en pipa.
Vía | atlanticodiario