Hace ya algunos años que los nutricionistas nos recomiendan el consumo de helado (moderado, como todo) desterrando la idea de que es una golosina e inculcando que es un alimento del que podemos disfrutar tanto en verano como en invierno. Y es que el helado, a pesar de haber sido siempre nutritivo, ha mejorado desde que se presentó la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y prevención para la Obesidad (NAOS) hace siete años.
En la presentación del informe El I+D del helado y su influencia en el bienestar, realizado por especialistas de la Universidad de Barcelona, nos indican que los helados han disminuido su contenido graso hasta en un 30%, además, la calidad de las grasas también ha sido mejorada.
El contenido calórico de los helados también se ha visto reducido, por lo que es factible disfrutar de este refrescante alimento sin perder la línea.
Francisco Rodríguez, neuropsicólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que los helados también contribuyen al bienestar de los consumidores gracias a condicionantes psicológicos y sociales, ya que "los helados funcionan como exorfinas que son convertidas en endorfinas por el metabolismo, que están implicadas en mecanismos de reducción del estrés".
El año pasado, el 87% de los españoles disfrutamos de los helados durante el verano, pocos son los que deben privarse por prescripción médica, pues los hay aptos para celíacos, para diabéticos, etc.
También encontramos helados de sabores inimaginables y cada vez más heladerías que nos quieren convencer por su calidad. ¿Necesitas algo más para convencerte?
Vía | Europa Press En Directo al Paladar | Artículos sobre los helados