¿Eres de la generación que vio en el cine ‘La Naranja Mecánica’? ¿Perteneces al grupo de nostálgicos a los que aún se les eriza el vello al escuchar el nombre de ‘Naranjito’? ¿Estás o has estado enganchada a la serie ‘Orange is the new black’? Si has respondido afirmativamente a cualquiera de estas preguntas es muy probable que la naranja sea tu cítrico favorito. Y si no, también.
Porque esta fruta, además de ser muy atractiva visualmente, tiene todo lo que tiene que tener: es dulce, jugosa, ligeramente ácida, refrescante, saciante, súper versátil,… ¡Y contiene vitamina C a raudales! No creemos que necesites más motivos para quedarte a descubrir sus propiedades, los diferentes tipos de naranja que existen y cómo incorporarla en tus recetas.
Propiedades de la naranja
Seguro que ya conoces algunas de las propiedades de este fruto del naranjo dulce perteneciente a la numerosa familia de las Rutáceas (ojo que esta familia tiene 1.600 miembros), pero hoy también te vas a enterar de otras que no tenías controladas.
Empezaremos recordando que son excelente fuente de vitamina C, ya que nos aporta cerca del 93% de lo que se necesita en todo un día. Por otra parte, esta fruta, gracias a su gran contenido en agua, es apropiada para las dietas (una de tamaño mediano aporta 60 calorías). Además, hay cerca de 170 tipos de fitoquímicos y 60 de flavenoides que están presentes en ellas. Conviene señalar que estos compuestos son beneficiosos para reducir inflamación o para prevenir y combatir el cáncer, además de ser de gran ayuda en casos de osteoporosis y de asma.
También está comprobado que consumir una naranja al día ayuda a nivelar el colesterol y la presión arterial. Y que sus altos niveles de potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, y magnesio, que mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante, puede ser muy recomendable para una persona de cualquier edad.
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Las variedades de naranjas más comunes
En cuanto a los tipos de naranjas que existen, probablemente vas a alucinar de la misma manera que lo hicimos nosotros. Seguramente pienses que solo hay un tipo (como mucho dos, si te dejásemos incluir a las mandarinas). Pero la verdad es que hay muchísimos más (alrededor de 300), que afortunadamente pueden agruparse dentro de dos grandes grupos: naranjas dulces y naranjas amargas. Por cierto, la mandarina no es un tipo de naranja, aunque también sea un cítrico.
Naranjas Navel u ombligudas
Si te decimos que navel significa “ombligo” en inglés, ya te estamos dando una pista bastante interesante para aprender a diferenciar esta naranja de otras. Su característica principal es que tiene uno de los extremos rematado por una especie de cierre en forma de ombligo. En cuanto al aspecto, suelen ser grandes y con una piel de tacto rugoso y de un grosor considerable.
Si nos centramos en la pulpa, encontramos unos gajos grandes y carnosos cargados de jugo que son más interesantes para utilizarla como naranja de mesa que para hacer. Otra de sus grandes ventajas es que rara vez tienen esas incómodas pepitas que nos encontramos en algunas variedades al morder.
Como era de esperar, dentro del grupo de las navel hay distintas variedades, que se dan en diferentes momentos del año. La washington, que se recoge a primeros de noviembre, es la más antigua. Se caracteriza por ser muy carnosa y dulce, pero tener poco jugo, por lo que más que consumirse en España lo que se hace es exportarla al extranjero.
En nuestro país la hemos sustituido por otras naranjas que cunden más. Es el caso de la navelate, que es más pequeña y más resistente al frío, que se empieza a recoger en diciembre y se termina a principios de mayo. Y también está la navelina, que es seguramente la variedad de mesa más comercializada actualmente y que se caracteriza por ser muy temprana (se recoge desde principios de octubre hasta mediados de mes). Tiene la piel delgada y bastante jugo, pero nada de pepitas. Vamos que es una maravilla hecha naranja.
Blancas o lisas
No, no son blancas, pero sí destacan por abarcar una gama de colores que va desde el amarillo pálido, propio de alguna variedad, hasta el naranja intenso de la valencia o la valencia late. En este caso hablamos de unas naranjas que no presentan el ombligo y porque tener una piel más lisa y no tan gruesa como las anteriores. Además, suelen tener más pepitas en los gajos, aunque no siempre, y su maduración es más tardía que la de las navel.
En principio, se pueden utilizar tanto para naranja de mesa como para hacer zumos, pero destacan las variedades pensadas para zumo, como la valencia, que además es muy ácida. Es la típica naranja para zumo que encontramos en las mallas del supermercado. La valencia late, que es una derivación de esta, madura de mitad de primavera a mitad de verano, pero es también ácida e ideal para zumos.
Pasamos a la salustiana, otra variedad lisa que va ganando cuota de mercado. Se trata de una naranja de forma achatada, de jugo dulce y poca pepita, así como poco carnosa (también ideal para zumos). Por último, la bernaes una variedad 100% española, de tamaño entre medio y pequeño, con mucho contenido en zumo. Es la más tardía del grupo de las blancas, al recogerse a finales de verano.
Sanguinas
Primeramente llamarán tu atención por su color, entre rojizo y morado, pero más tarde lo harán por su sabor tan especial, que te recordará a la fresa o la frambuesa. Estas se recolectan a finales de invierno y a principios de primavera, pero más allá de abril se hace muy complicado encontrarlas, aunque dependerá del frío que haya hecho.
Se caracterizan por ser ovaladas y pequeñas, con piel rugosa y carne dura y llena de jugo, por lo que nuevamente son indicadas para zumo. Además, no suelen contener demasiadas pepitas. La variedad más cultivada en España y Marruecos es la sanguinelli, que es de origen israelí y muy llamativa porque tanto su pulpa como su zumo es de color rojo a morado. Apenas tiene pepitas y necesita del frío para adquirir todo su potencial.
Las mejores recetas con naranja
Y llega el momento de ver qué podemos hacer con esa caja enorme de naranjas que tenemos en casa y que no vemos el momento de empezar a gastar... ¡Bendito problema! A continuación te dejamos una serie de recetas que vas a poder utilizar con cualquiera de las naranjas que podemos encontrar en todas las fruterías o supermercados, ya sean navel o blancas.
¿Te parece que empecemos con una coca de llanda de naranja? Ya sabes que nunca está de más reivindicar nuestras mediterráneas cocas, que poco o nada tienen que envidiar a las populares pizzas y focaccias. Eso sí, lo vamos a hacer recuperando la vertiente dulce de la coca, horneando un bizcocho cítrico con el que acompañar el café y alegrar los desayunos en casa durante unos cuantos días.
Antes de ponerte el delantal, te conviene saber que no deja de ser una variante de bizcocho, con base de huevos, azúcar, aceite y harina, que en este caso enriquecemos con abundante zumo de naranja y ralladura de la fruta.
Coca de llanda de naranja
Ingredientes
- Huevo 4
- Azúcar 150 g
- Zumo de naranja y ralladura 200 g
- Aceite de oliva virgen extra 150 g
- Harina de repostería 250 g
- Gasificante de repostería (1 pareja de sobres dobles) 1
Cómo hacer Coca de llanda de naranja
- Tiempo total 55 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 35 m
Precalentar el horno a 170ºC con aire o 180ºC con calor arriba y abajo. Engrasar o forrar con papel sulfurizado antiadherente una llanda mediana o fuente de horno rectangular o cuadrada, de unos 40 cm de lado largo aproximadamente si se quiere una coca más planita.
Disponer los huevos con el azúcar y ralladura fina de la naranja bien lavada en un recipiente grande o el vaso de de una batidora amasadora. Batir con varillas eléctricas varios minutos hasta que supere el doble del volumen inicial y esté esponjoso.
Agregar el zumo de naranja colado y batir un poco más. Añadir el aceite y repetir la operación. Tamizar encima la harina mezclada con la pareja de sobres de gasificante (o usar 1 sobre de levadura química) y mezclar suavemente con la pala, poco a poco, hasta incorporar homogéneamente.
Verter en el molde y hornear durante unos 30-40 minutos, según el tamaño del molde, hasta que esté dorada y al pinchar el centro con un palillo salga limpio. Esperar un poco fuera antes de desmoldar y enfriar sobre rejilla.
Receta completa | Coca de llanda de naranja.
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