Hace unos cuántos años atrás hablábamos de complementos alimenticios que se diseñaban con nutrientes derivados de los alimentos. Éstos complementos tenían fines cosméticos y se han ido modificando en el tiempo para hoy poder hablar de nutricosmética, que no es otra cosa que seleccionar qué comer para estar más bellos.
Somos lo que comemos
Cuántas veces hemos escuchado la famosa expresión “somos lo que comemos”, pues en este caso podemos afirmar que si comemos sano y nutritivo, eso no sólo repercutirá en nuestra belleza interna sino también en nuestra estética exterior.
Hoy, básicamente dedicaremos unas líneas a los nutrientes que repercuten en nuestro físico y por supuesto, hablaremos de los alimentos que los contienen, no de productos industriales o complementos alimenticios, sino de esos ingredientes que presentes en nuestros platos, nos ayudan a vernos mejor por dentro y por fuera.
Cabe aclarar que existen muchos productos con fines cosméticos de origen industrial que se comercializan como píldoras, aguas o bien que son en sí alimentos a los cuáles se adicionan ingredientes utilizados habitualmente en cosmética, por ejemplo: yogur con aloe vera, a los cuales se les denomina nutricosméticos.
Sin embargo, hoy podemos decir con total seguridad que no hace falta recurrir a ello, pues los nutrientes de algunos ingredientes de nuestros platos ya son suficientes para mejorar nuestra estética.
Nutricosmética entonces no es más que el uso de los nutrientes con fines cosméticos.
Nutricosmética en la cocina
Para que veamos que es posible de manera natural aplicar la nutricosmética a nuestra vida diaria, te contamos qué ingredientes utilizar en la cocina y cuáles son sus efectos así como su componente activo:
Pescado azúl: ingredientes como el salmón, atún, sardinas, anchoas o bonito contienen una cantidad apreciable de ácidos grasos omega 3 que no sólo forma parte de las células manteniéndolas jóvenes sino que además, tiene función antioxidante. Así, este ingrediente en nuestros platos nos ayudará a prevenir la sequedad de la piel y del cabello
Vegetales verdes: son muy ricos en vitamina A y carotenos, que sabemos ayudan a obtener un buen tono en nuestra piel así como a mantener la estructura normal de la misma, su inclusión en preparaciones habituales nos ayudará a lucir más atractivos.
Frutos secos y semillas: son ricas en grasas buenas como el omega 3 así como también, contienen vitamina E con función antioxidante, lo cual también conserva la piel tersa y suave así como da brillo y humedad al cabello
Lechugas y pepinos: son alimentos con alto contenido acuoso, por eso, su consumo funciona como una loción hidratante sobre nuestro cuerpo
Pimiento rojo y bayas: además de contener gran cantidad de agua, son alimentos con carotenos y vitamina C, dan buen tono a la piel pero además, ayudan a cicatrizar heridas y mantener la piel suave e hidratada.
Espinacas: son fuente de muchos carotenos y vitamina A, pero además, incrementa los niveles de coenzima Q10 en el organismo, un potente antioxidante que estimula la circulación sanguínea y beneficia por dentro y por fuera al cuerpo
Como podemos ver, además de beber mucha agua y evitar hábitos nocivos como el sedentarismo, el tabaquismo o el exceso de alcohol, la variedad en nuestros platos determinará la ingesta de muchos nutrientes que contribuyen a cuidar el organismo, no sólo por dentro, sino también por fuera para embellecernos más allá de nutrirnos.
Seguramente muchos sin darnos cuenta hacemos uso de los nutrientes con fines cosméticos y por lo tanto, aplicamos los principios de la nutricosmética con ayuda de la cocina.
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Imagen | Richard Cocks, Word Ridden y LuckyJimmy