Es posible que la hayas visto en el supermercado y como ingrediente de alguna que otra receta, pero nunca te has animado a probarla porque no sabes muy bien qué es la melaza. Pues bien, hoy te vamos a contar lo que sabemos de este producto, en qué se diferencia de la miel y te damos un puñadete de recetas en que usarla.
La melaza, también conocida como miel de caña, es un líquido más o menos viscoso, de color pardo oscuro y sabor muy dulce, que queda como residuo de la fabricación del azúcar de caña o remolacha.
Las cañas, una vez cosechadas, son quemadas para que se doren y luego son prensadas para obtener su jugo. Dicho jugo es hervido para que se evapore el agua y se coloca en centrifugadoras que permiten la extracción de los cristales de azúcar. El líquido resultante es la melaza o miel de caña.
Aunque se emplea principalmente como suplemento energético para la alimentación de rumiantes, una pequeña porción de la producción de melaza se destina al consumo humano y se utiliza como edulcorante culinario, así como en la elaboración de salsa de soja, cerveza negra y ron.
Perfecta para endulzar y decora alimentos, la melaza es un producto 100% vegetal. Es la alternativa ideal a la miel para quienes no consumen ningún producto de origen animal. Aunque su aspecto y consistencia son similares, la primera parte de un proceso aplicado a la caña de azúcar por parte del ser humano, mientras que la segunda la elaboran las abejas.
Desde el punto de vista nutricional, la melaza dispone de un contenido glucémico moderado y aporta pocas calorías, aunque suministra hierro, calcio, potasio, magnesio y otros nutrientes. Es, así mismo, un sustituto saludable del azúcar refinado.
Sus beneficios son muy superiores a los del azúcar blanco, aporta una cantidad importante de vitaminas y minerales. Basta consumir una cucharada al día para recibir la proporción de minerales necesaria para una correcta nutrición, en la cual se incluyen el hierro, el magnesio y el calcio. De esta manera, mantenemos el organismo protegido y con energía, además de fortalecer el sistema óseo y promover el desarrollo de los órganos.
Nueve recetas en las que usar melaza
Podríamos decir que casi cualquier receta con miel se puede elaborar igualmente con melaza, hay que tener en cuenta que su sabor es más intenso y, por tanto, conviene ajustar un poco la cantidad hasta encontrar el punto deseado.
La melaza iría de fábula a nuestras berenjenas fritas con miel, a los crujientes de sobrasada con miel, a los de cecina con gorgonzola, mascarpone y miel de palma y, por supuesto, en la elaboración de la salsa barbacoa.
No obstante, entre nuestras recetas encontramos algunas (casi todas dulces) que específicamente hemos elaborado con melaza. Te contamos cuáles son y cómo se hacen para que las puedas recrear en casa.
Ensalada de aguacate, queso y miel de caña
Ingredientes
- Aguacate 1
- Queso de cabra en rodajas 6
- Aceite de oliva virgen extra
- Melaza o miel de caña
- Escamas de sal
Cómo hacer ensalada de aguacate, queso y miel de caña
- Tiempo total 15 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 5 m
Empezamos pincelando una sartén con aceite de oliva y tostamos las rodajas de queso por ambos lados. Id con cuidado al darles la vuelta, para no deshacer demasiado el queso. Tienen que quedar bien doradas por las dos caras.
Pelamos el aguacate, le quitamos el corazón y lo laminamos. Disponemos las láminas de aguacate en una bandeja, repartimos por encima el queso, echamos un buen chorreón de melaza o miel de caña, salamos y servimos inmediatamente.
Receta completa | Ensalada de aguacate, queso y miel de caña
Gachas dulces de Todos los Santos
Ingredientes para 2 personas: 500 ml leche, 1 rama de canela, piel de 1/2 limón, 100 ml de aove, 2 rebanadas de pan de hogaza del día anterior, 40-50 g harina de trigo, 50 g azúcar, 1 chorrito de anís dulce, canela molida al gusto, melaza al gusto, anís en grano (opcional).
Elaboración: poner a calentar la leche con la piel de limón, la canela y, opcionalmente, una buena cucharada de matalahúva. Sin dejar que hierva, apagar el fuego cuando humee y dejar infusionar. Cortar el pan en cubos del tamaño de picatostes. Calentar el aceite de oliva en un cazo y freír los tostones hasta que estén bien dorados, pero sin quemarse. Retirar con una espumadera y dejar sobre papel absorbente. Colar el aceite para retirar las impurezas del pan, y volver a calentar. También se puede ahora aromatizar con la piel de limón y el anís en grano, si no lo hemos hecho con la leche. Echar la harina con un poco de sal y remover con unas varillas para tostarla ligeramente, con mucho cuidado de que no se queme, como si hiciéramos un roux. Agregar la leche sin la canela y sin el limón (o añadir ahora la canela si no hemos hecho la infusión) y cocer removiendo sin cesar para disolver los grumos. Cuando empiece a espesar, añadir un chorrito de licor de anís y el azúcar al gusto. Seguir cociendo a fuego suave, removiendo suavemente, hasta tener la textura deseada. Si se van a tomar frías, hay que recordar que espesarán más. Corregir el nivel de azúcar y de espeso al gusto, añadiendo más leche o un poco de agua si fuera necesario. Repartir en dos cuencos o cazuelitas de barro (o en cuatro raciones más comedidas) y servir con los picatostes, canela molida y miel de caña, opcional.
Receta completa | Gachas de Todos los Santos
Sopas de miel
Ingredientes para 6 personas: 60 g almendra tostada, 200 ml melaza o miel de caña, 1 cucharada anís en grano, piel de 1/2 limón, 1 cucharada canela molida, rebanadas de pan duro, 1/2 vaso de agua.
- Elaboración: empezamos poniendo las almendras sobre una tabla de madera y picándolas de modo irregular con un cuchillo procurando que no queden demasiado trituradas, sino que haya algunos trozos más grandes que otros. Cortamos el pan a rebanadas y lo reservamos. En un cazo ancho y bajo, ponemos la melaza, el agua, los anises, la corteza de limón y la canela y lo llevamos al fuego. Cuando empieza a hervir, añadimos la almendra picada y las rebanadas de pan, dejando que se empapen bien con la mezcla, dándoles la vuelta y colocándolas después en una fuente.
Receta completa | Sopas de miel
Galletas de hombre de jengibre o gingerbread man
Ingredientes para 20 unidades: 140 g mantequilla sin sal troceada, 50 g azúcar moreno, 75 g melaza o miel de caña, 1 huevo, 1 cdtas jengibre molido, 1 cdta canela molida, una buena pizca de nuez moscada, 1 cdta bicarbonato sódico, 1/4 cdta sal, 300 g harina de repostería, 200 g azúcar glasé, 1 clara de huevo.
Elaboración: lo mejor es preparar la masa el día antes o por la mañana y así no agobiarnos con el reposo. Para ello, trocear la mantequilla y disponerla en un cazo con el azúcar moreno y la melaza. Calentar a fuego suave hasta que se derrita. Remover con suavidad, añadir todas las especias y dejar enfriar unos 10 minutos. Tamizar aparte la harina con el bicarbonato sódico y la sal. Formar un pequeño huevo y añadir los ingredientes húmedos y el huevo. Batir un poco con unas varillas manuales y empezar a mezclar todo hasta tener una masa homogénea. Estará húmeda y pegajosa. Colocar una base de plástico film en la superficie de trabajo y volcar la masa. Extender un poco para aplanarla y envolverla por completo con el plástico. Dejar enfriar en la nevera como mínimo dos horas. Si la hemos dejado toda la noche puede que esté muy dura, así que podemos dejarla atemperar fuera mientras precalentamos el horno a 180ºC. Preparar también un par de bandejas o fuentes con papel sulfurizado, y sacar el rodillo. Extender la masa -mejor si trabajamos con la mitad primero- usando un rodillo. Sobre papel sulfurizado o enharinando un poco la mesa no debería pegarse. Dejar un grosor de unos 4-6 mm. Cuanto más finas, más crujientes. Recortar las galletas con el cortador y colocarlas en las bandejas, dejando espacio entre ellas. Si queremos usarlas como adorno, necesitarán un agujerito para introducir un cordón o cinta. En ese caso, podemos usar una pajita, justo en la parte superior de la cabeza, sin acercarnos demasiado al borde. Es mejor hacerlas más finas para que no pesen mucho. Hornear durante unos 10-12 minutos, solo hasta que se empiecen a tostar por los borde, o justo antes; se endurecen al enfriar. Esperar un poco fuera del horno antes de trasladarlas a una rejilla para que se enfríen por completo. Para decorarlas, tamizar el azúcar glasé. Batir la clara de huevo -pequeña, no necesitamos mucho- ligeramente, añadir 1/3 del azúcar y seguir batiendo con batidora de varillas. Añadir más azúcar poco a poco hasta tener una textura espesa, homogénea, como de pasta de dientes. Usar la glasa para decorar las galletas al gusto, con una manga pastelera o un lápiz decorador de pastelería, preferiblemente con boquilla pequeña. Depende mucho del tamañ ode las galletas o del molde que hayamos usado.
Receta completa | Galletas de hombre de jengibre o gingerbread man
Galletas de melaza y especias
Ingredientes para 24 unidades: 100 g de azúcar moreno, 225 g de mantequilla en pomada, 100 g azúcar, 1 huevo, 85 ml de melaza o miel de caña, 320 g de harina de repostería, 1 cucharadita de jengibre molido, 1/2 cucharadita de nuez moscada molida, 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
Elaboración: preparamos unas bandejas de horno con papel de hornear. Seguidamente mezclamos el azúcar blanco y el moreno y los batimos con la mantequilla hasta que estén cremosos. En este momento añadimos el huevo y lo incorporamos a la preparación anterior, cuando lo veamos integrado añadimos la miel de caña. Unimos bien todos los ingredientes. En otro bol tamizamos la harina y le añadimos el bicarbonato, la canela, la nuez moscada y el jengibre molido. Echamos los ingredientes secos sobre los húmedos y vamos amasando hasta tener una masa blanda pero que no se nos pegue a los dedos. Dependiendo del tipo de harina puede ser que necesitemos más o menos cantidad según su capacidad de absorción. La dejamos reposar durante media hora en la nevera tapada con film de cocina. Precalentamos nuestro horno a 170ºC. Estiramos la masa entre papeles de horno a la misma altura y vamos cortando nuestras galletas con un vaso o un cortador especial. Las vamos colocando separadas en las placas de horno y las cocemos durante 15-20 minutos aproximadamente, hasta que las veamos ligeramente doradas. Las dejamos enfriar en una rejilla.
Receta completa | Galletas de melaza y especias
Bizcocho de miel de caña y nata
Ingredientes para 10 personas: 150 ml melaza o miel de caña, 50 g azúcar moreno, 2 g ralladura de naranja, 200 g nata líquida para montar, 200 ml leche, 150 g harina de repostería, 250 g harina integral, 5 g levadura química, 2 g bicarbonato sódico, una buena pizca de sal, 1 cdta canela molida, 1/2 cdta jengibre molido, una pizca nuez moscada molida.
Elaboración: Precalentar el horno a 180ºC y forrar con papel sulfurizado o engrasar un molde redondo desmontable de unos 22-24 cm de diámetro. Disponer en un recipiente mediano la miel de caña con el azúcar moreno, añadir la ralladura de una naranja pequeña lavada o de un limón, la nata para montar y la leche. Batir con unas varillas a mano hasta mezclar todo de forma homogénea. Aparte tamizar la harina de repostería con la harina integral, la levadura química, el bicarbonato, la sal y las especias. Echar poco a poco sobre la primera preparación y mezlar bien, con movimientos suaves, hasta que no queden grumos secos. Llenar el molde, igualando la superficie con una espátula, y hornear durante unos 35-40 minutos, procurando que no se pase demasiado para que la miga permanezca algo jugosa. Esperar un poco fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Receta completa | Bizcocho de miel de caña y nata
Tescoma Tarro Miel 0,6L con Cuchara Gustito, Multicolor
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