Una variedad de queso que nos encanta y con el que hemos elaborado varias recetas es el queso de Cabrales, esta delicia gastronómica se elabora principalmente en el Principado de Asturias y utiliza como materias primas la leche de cabra, oveja y vaca.
Ahora conocemos una característica de este queso y de otros derivados lácteos que nos alerta sobre algunos riesgos para nuestra salud. Un equipo de científicos de siete países europeos y pertenecientes al proyecto ACE-ART (Bacterial Antibiotic Resistance), entre los que se encuentran científicos del Instituto de Productos Lácteos de Asturias del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), han descubierto bacterias probióticas de algunos lácteos que son muy resistentes a los antibióticos debido a una mutación cromosómica.
El riesgo para nuestra salud es precisamente dicha resistencia, ya que podrían entrar en contacto con los organismos que nos producen determinadas enfermedades y hacerles más resistentes a los antibióticos. ¿La deducción lógica sería no comer queso de Cabrales cuando estamos enfermos y nos estamos medicando?
Las bacterias probióticas en cuestión son las pertenecientes a una cepa de la Lactobacillus rhamnosus, otra de la Lactococcus lactis y otra de la Lactobacillus sakei, estas variedades son resistentes a la acción que ejerce la tetraciclina, un antibiótico empleado contra varias infecciones bacterianas del aparato respiratorio, del sistema urinario, de la piel, etc.
En la investigación, los especialistas analizaron 250 bacterias de ácido láctico de varios quesos y otras 250 bacterias del intestino de personas sanas, la finalidad era encontrar las bacterias lácticas que podían representar un riesgo para nuestra salud. Los resultados muestran que las bacterias que antes hemos mencionado no deberían utilizarse por la industria alimentaria para elaborar los fermentos o probióticos que contienen algunos alimentos como el queso, por ejemplo.
Es como si se les proporcionaran a las bacterias que atacan a nuestro organismo nuevas armas y sistemas defensivos contra nosotros. Mucho queda todavía por investigar sobre la acción de lo que hasta ahora se creía totalmente beneficioso para nuestro organismo, algunas bacterias probióticas son ahora una posible amenaza, aunque sea de forma indirecta.
Vía | La Nueva España Más información | ACE-ART Más información | Instituto de Productos Lácteos de Asturias Más información | Monografías