Lleva con nosotros desde el siglo XVI, así que no es de extrañar que este tubérculo sea uno de los pilares básicos en la alimentación de buena parte del planeta, y es que gracias a su versatilidad, nos permite disfrutarla de muchas maneras además de aportarnos sus estupendos beneficios a nivel nutricional.
Prácticamente libres de grasa, son una fuente de carbohidratos estupenda, principalmente almidón aunque también aportan fibra, vitamina C y B, potasio y son bajas en sal pues prácticamente no contienen sodio. Además no contienen gluten, por lo que resultan perfectas para aquellos que no pueden consumirlo o quieren una dieta libre de él.
Ellas nos ofrecen tanto y sin embargo después nosotros cuando las compramos y las llevamos a casa, las dejamos colocadas y guardadas de cualquier manera en la despensa. Hoy vamos a conocer cómo guardar correctamente las patatas para que nos duren más tiempo frescas y bien conservadas, porque se trata de un tubérculo y precisa unas condiciones especiales al resto de las hortalizas.
Lo primero, cambio de bolsa
Nada más llegar de la tienda cambiaremos de bolsa las patatas, sobre todo si la que traen es de plástico. Lo ideal es que guardéis las patatas en bolsas oscuras de tela o rejilla con algunos agujeros que favorezcan la transpiración, nunca de plástico. Aunque también valdría una caja de madera con rendijas cuyo interior esté cubierto con papel de periódico o bolsas de papel.
No nos debemos olvidar que las patatas son vegetales que respiran, así que tenemos que permitir en donde las guardemos que el aire fluya.
Controla la temperatura
La temperatura que solemos tener habitualmente en las casas, alrededor de los 20ºC, no es la más idónea para conservar bien nuestras patatas. A estas temperaturas la patata pierde agua, se oxida y le saldrán brotes.
En cambio, si las colocamos en un sitio frío, por ejemplo la nevera, la patata oscurecerá, y cambiará su sabor particular, volviéndose más dulce por la perdida del almidón, por lo que no freirá bien.
Entonces ¿cuál es su temperatura correcta? Intentaremos encontrarle un lugar en nuestra despensa o garaje que esté en torno a los 7 y 11 grados. Esa será la temperatura perfecta para una larga conservación.
Vigila la luz
Buscaremos un lugar casi oscuro donde guardar las patatas. La luz hará que la patata pierda tamaño y turgencia, y favorecerá la aparición de compuestos químicos como los glicoalcaloides y la clorofila, que si interaccionan entre sí, hará que esta se vuelva más amarga y de tono verdoso, llegando a ser incluso tóxica para quién la consuma.
La oscuridad total tampoco es beneficiosa para la patata, así que lo ideal es colocarlas en sitios con luz de penumbra y ventilado.
La patata no quiere vecinas
Es bastante común ver en muchas casas que se almacenan patatas y cebollas juntas. Esto es un error, las cebollas liberan un compuesto que hace que las patatas duren menos y se estropeen. Así que no mezclemos, cada una en su caja y su sitio.
¿Cómo hacer cuando compramos mucha cantidad?
Cuando compramos muchos kilos de patatas lo ideal para guardarlas es conseguir una caja grande de cartón y cubrir el interior con papel de periódico. Después colocaremos las patatas dentro y echaremos pimienta negra para protegerlas de los insectos. Por último, las cubrimos con más hojas de periódico y colocamos la caja en un lugar seco y fresco.
Ahora que ya conoces estos consejos para guardar tus patatas, ¿crees qué las tenías bien almacenadas?
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