El jamón ibérico puede producirse en cualquier provincia de España, la única condición será que los cerdos sean de raza ibérica. Así lo aclara el MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) pero no hay que confundir jamón ibérico con jamón de bellota, por ejemplo, ya que para esta última denominación, el cerdo debe haber sido criado en las zonas que se han catalogado como dehesas.
El cerdo tiene ahora dos apellidos, el primero es el que alude a su raza, el segundo es el que denomina la alimentación que recibe, pudiendo ser recebo, dehesa, de cebo, etc.
Dehesa es exclusiva y así lo trasmite el borrador que se ha elaborado con respecto a la norma de calidad que alude al jamón y que define la dehesa como un ecosistema especial con unas características muy precisas como son los árboles, encinas y alcornoques que proveen de parte de alimento a los cerdos ibéricos.
La idea es que los distintos jamones estén clasificados y clarificados dependiendo de la alimentación del animal para que el consumidor conozca perfectamente lo que compra, no haya motivo de equívoco o fraude alguno. En el vínculo del Ministerio, podéis acceder con más detalle a la información.
Seguro que en más de una ocasión algún consumidor habrá comprado un jamón ibérico creyendo que por ser ibérico su alimentación era de bellotas y provenía de la Dehesa. En el post, Parece que no conocemos el jamón, mostrábamos como una gran mayoría de la población desconocía los orígenes auténticos del jamón que compraban.
Bueno, ya sólo falta que a los cerdos se les proporcione un D.N.I, ¿o ya lo tienen?.
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