Si hay un plato que no suele faltar en una mesa gallega durante el verano, ese es sin duda una buena ración de los famosos “pimientos de Padrón” fritos. Un manjar del cual yo no puedo prescindir y que me sirven para acompañar todo tipo de pescados, carnes a la plancha o tortilla de patata, o simplemente darme un capricho picoteando, de una manera exquisita.
Sin embargo muchos son los que piensan que cualquier pimiento verde pequeño y envuelto en bolsa, es esta joya de las tierras gallegas. Y desgraciadamente, no es así, la mayor parte de los que encontramos en las fruterías no son los auténticos pimientos cosechados en el municipio gallego de Padrón. ¿Quieres saber mucho más sobre ellos y cómo distinguirlos? Pues te lo contamos.
Los orígenes
El pimiento en Galicia comienza a cultivarse cuándo los monjes franciscanos en el siglo XVII traen semillas desde el estado mexicano de Tabasco al Convento franciscano de San Antonio de Herbón, localidad perteneciente al municipio coruñés de Padrón.
Comienza una selección varietal y un cultivo tradicional de este pimiento, con una recolección precoz, que pasa de llevarlo exclusivamente los monjes a extenderse entre los agricultores de la zona de influencia del convento, y en el que la semilla del pimiento era un bien tan preciado que se transmitía formando parte de la dote, y nunca fuera de su zona de producción.
Cada rama familiar o casa posee su propia semilla y mediante prácticas ancestrales los agricultores locales van manteniendo y seleccionando las mejores plantas, y adaptando las técnicas de producción a las condiciones del suelo gallego donde se cultiva. Ofreciendo como resultado un producto extraordinariamente ligado al medio y con unas excelentes cualidades culinarias.
La zona de producción
El ámbito geográfico de la zona de producción amparada por la D.O.P. "Pemento de Herbón" coincide con la de su acondicionamiento y envasado, estando constituida por los siguientes municipios: Padrón, Dodro y Rois, pertenecientes a la comarca de O Sar, situada al sur de la provincia de A Coruña, y Pontecesures y Valga, de la comarca de Caldas, situada al norte de la provincia de Pontevedra.
Esta área de la vertiente atlántica de Galicia, está constituida por un conjunto de valles con reducida altitud, delimitados por los ríos Ulla y Sar y protegidos por varias sierras y la península del Barbanza, que aislan la zona y proporcionan unas condiciones climáticas y del suelo, muy adecuadas para este cultivo.
Pero, ¿cómo distinguir si un pimiento es un auténtico pimiento gallego de Herbón?
Cuando vamos al supermercado, vemos multitud de bolsas con la inscripción pimiento de Padrón en ellas, y muchos son los que consideran que ese pimiento vienen de Galicia. Sin embargo la mayor parte de esos pimientos proceden de Marruecos y zona sur de nuestro país. Es por eso que las características organolépticas de este pimiento no son exactamente iguales a los cultivados en Galicia, cuyo clima y suelo, logran aportarle unas características de sabor y textura excepcionales.
Lo cierto es que desde el 1 de julio de 2009, después de más de 20 años de solicitarlo para hacer frente a los plagios, el pimiento de la especie Capsicum annun, procedentes de los ecotipos locales de la variedad “Padrón”, obtuvo el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida “Pemento de Herbón” por una Orden de la Consejería de Medio Rural,, nombrándose así el Consejo Regulador y su inscripción en el registro de DOP en virtud del reglamento 700/2010 del 4 de agosto del 2010.
El auténtico pimiento gallego es aquel que lleva el sello de DOP “Pemento de Herbón”, “variedad de la planta Padrón” en su bolsa, con el logotipo oficial del su Consejo Regulador, además de una etiqueta con la marca propia de cada productor envasador y una contraetiqueta con un código alfanumérico autorizada por el órgano de control.
Además, solo es auténtico DOP “Pemento de Herbón” aquel que se comercializa entre el 1 de mayo y el 31 de octubre, así que desde luego no puede ser gallego todo aquel pimiento que veáis en otras épocas del año en las fruterías y fuera de esas fechas.
Características del pimiento de Herbón
Por todos es conocido el dicho de “unos pican y otros non” refiriéndose a esta variedad de pimientos, y es que esta es una de sus cualidades organolépticas más destacada, cualidad que los productores se esmeran en seleccionar, así un 2% de los pimientos picarán para mantener vivo el suspense que supone el llevárselos a la boca.
Sus características morfológicas más destacadas serían:
- Sección longitudinal cónica o trocónica,
- Ligeramente rugoso
- Marcando en el ápice tres o cuatro lóculos
- Peso entre 2 y 4,5 gramos por unidad
- Longitud del fruto: entre 3 e 5 cm.
- Diámetro en la base de 1,5 a 2 cm.
- Longitud del pedúnculo entre 3,5 y 6 cm.
- Piel de color verde brillante.
Gastronomía con el pimiento de Herbón
Muchas son las preparaciones que podemos hacer con la DOP “Pemento de Herbón en nuestra cocina. Aunque lo más habitual es tomarlos como acompañamiento fritos, también podemos disfrutar de una buena empanada gallega de pimientos, brochetas de pimientos con carne, tostas, tortillas, pimientos de herbón en tempura o incluso cucharitas de aperitivo en donde el pimiento de Herbón sea el protagonista.
Para freírlos, los expertos dicen que es mejor quitarles el rabito o pedúnculo ya que este incrementa el sabor herbáceo, sobre todo a los primeros de la temporada, intentando en esta maniobra no romper el pimiento, aunque yo he de confesaros que siempre se lo dejo y están también muy ricos.
Después los lavaremos o limpiamos con un paño húmedo, secándolos muy bien para que no salten en el aceite. Se fríen en abundante aceite de oliva echándolos en la sartén con el aceite no muy caliente para evitar que se desprenda la piel.
Los freiremos lentamente removiéndolos en el aceite para conseguir una buena fritura, que es cuando tendrán más sabor. Los retiramos una vez hechos, escurriéndolos muy bien y los salamos con sal gruesa.
Y para los que no puedan consumir los pimientos con sal o fritos, probad a hacerlos a la plancha o en el microondas, con un poco de aceite de oliva.
A partir de ahora si queréis disfrutar del auténtico pimiento gallego de Herbón, variedad Padrón, ya sabéis, que no os den gato por liebre, buscad durante el verano las bolsas de pimientos con el distintivo DOP “Pementos de Herbón”, los únicos que nos certifican de que son genuinos pimientos cultivados en esas tierras gallegas tan especiales. Una hortaliza americana que se afincó en Galicia hasta convertirse en una celebridad. Esta es la historia de los pimientos de Padrón.
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