Hace unos días, vi en facebook un vídeo sobre lo perjudicial que resulta tomar azúcar en exceso. El mensaje final que se desprendía del cómic producía cierta desazón, pues, según él, la práctica totalidad de los males que podemos padecer están relacionados con este dulce ingrediente, que además se añade innecesariamente a productos que ni nos imaginamos. Por eso me pregunto ¿tenemos enemigos en el supermercado?
Tal vez pensaréis que soy una exagerada, pero la primera vez que fui al súper después de recibir tan drástico mensaje, me esforcé en mirar la comida colocada en las estanterías con otros ojos y, para ser sincera, me asusté. A todos nos gusta darnos un capricho de vez en cuando, pero creo que no somos del todo conscientes de lo que realmente estamos consumiendo.
Con estas reflexiones no es que esté intentando convencer a nadie de volverse vegetariano o ecologista, soy la primera a la que le gusta demasiado la comida para privarse de nada, pero sí que creo que debemos ser más conscientes de lo que metemos en nuestro carrito y damos a nuestros hijos.
Os aseguro que si revisáis la composición de lo que compráis habitualmente os llevaréis más de una sorpresa: sabores artificiales, harinas enriquecidas, aceites hidrogenados, azúcares, colorantes o conservantes. Supongo que ahora ya sabéis por qué me pregunto si tenemos enemigos en el supermercado. Y vosotros ¿qué creéis?
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