En nuestra visita a Comillas (Santander) encontramos una tienda en la que había todo tipo de alubias, fabes o judías, así que aprovechamos para comprar algunas variedades, entre ellas las verdinas de Llanes (Asturias), pues es una de las legumbres con más finura, de textura agradable e ideal para cualquier tipo de guiso.
Un buen amigo asturiano, Jorge de Gastroastur (web que ofrece gran información sobre gastronomía y buen comer asturiano), nos ha facilitado más información de la que conocíamos sobre las verdinas, y pasamos a compartirla con vosotros.
Las verdinas se cultivaban tradicionalmente en el Valle de Ardisana, en el concejo de Llanes, donde se cuenta que llegaron a principios del siglo XX de la mano del conde de la Vega del Sella. Pero hasta hace una década aproximadamente no se conocían en el resto de Asturias, su producción estaba destinada al autoconsumo, hasta que se difundió su existencia.
Se apreciaron tanto sus características que la demanda superaba a la producción, tiendas, restaurantes y consumidores directos encontraron en las verdinas una legumbre fina, versátil y de excelente sabor. Se comenta al respecto que para poder abastecer tanta demanda se ha echado mano a otras variedades, incluso en muchos restaurantes llaniscos nos pueden dar gato por liebre, no digamos en comercios o restaurantes de otras regiones.
Las verdinas son de un color verde claro, con la forma que caracteriza a las alubias, arriñonada, y aunque empezaron cocinándose con chorizo y otras carnes, su delicado sabor es muy apropiado para acompañar pescados y mariscos, uno de los mejores restaurantes que hubo en Llanes en la década de los ochenta fue el precursor en este uso y actualmente, aunque su aplicación es infinita, las verdinas se maridan en mayor medida con los frutos del mar.