El libro de carpaccios y tartars de Marie-Victoire García

Creo haber mencionado alguna vez que mi madre lleva varios meses siguiendo una dieta bastante restrictiva. No se trata de adelgazar, sino que es más bien una dieta depurativa con fines curativos.

Un día de estos os hablaré de ella detenidamente, pero como resumen os diré que prohibe tajantemente los lácteos y todos los cereales salvo el arroz. También recomienda que los alimentos se cocinen muy poco y a bajas temperaturas, especialmente las carnes.

Conclusión, mi madre está cambiando a marchas forzadas su forma de comer y cocinar, y ahí es donde aparece este pequeño gran libro de recetas de carpaccios y tartars. Ideal para preparar todo tipo de carnes y pescados sin tener que cocinarlos en absoluto.

Digo pequeño porque apenas supera el medio centenar de páginas y el número de recetas tan solo roza la treintena, pero es grande porque las recetas están presentadas con gusto y explicadas de forma clara y sencilla. Además hay recetas de todo tipo y con todo tipo de ingredientes. Desde el clásico Steak Tartare hasta un carpaccio de melón o un tartar de ternera diferente a lo habitual.

La mayoría son platos ligeros, ideal como entrantes, como postres o para hacer una comida a base de picoteo. Otra cosa interesante es que la mayoría de ingredientes son fáciles de conseguir. Eso sí, os recomiendo compraros una planta de albahaca y tenerla frondosa en casa, porque es un ingrediente que está presente en muchas de las recetas.

Por ponerle una pega, al menos en mi edición, hay un fallo grande de maquetación. Resulta que en determinado momento la foto que acompaña a la explicación no es la que corresponde con esa receta, sino la de la siguiente. Supongo que el diseñador que maquetó el libro no tenía mucha idea de cocina y no se percató de que estaba poniendo la foto de un carpaccio de langostinos cuando debía haber una de carpaccio de ternera.

Un lapsus importante, que te lía bastante hasta que te das cuenta de que a partir de la mitad del libro están las fotos desplazadas, pero bueno, teniendo en cuenta el precio del libro, se puede perdonar.