Falsarius Chef, que desde hace tiempo nos deleita con su cocina para impostores en su blog homónimo, ha decidido sacar una aplicación para el iPhone con su peculiar manera de interpretar la gastronomía, que se basa en la idea de que comer bien no está reñido con la escasez de tiempo y dinero.
Tomando prestadas sus palabras:
Engañar, eso es lo que aquí pretendemos. Engañar a la vista, al olfato, al gusto y hasta al bolsillo. Pura farsa, aunque esta vez por la noble causa de la gastronomía y el cuidado de nuestro ego.
Afortunadamente, su aplicación no es un engaño, sino una magnífica recopilación de su mejores timos gastronómicos.
Antes de entrar a valorar en profundidad la aplicación, me gustaría destacar la magnífica prosa de la que hace gala Falsarius Chef tanto en la presentación como en la elaboración de la recetas. La lectura se hace tan amena que a veces me encuentro a mi mismo leyendo una receta que no tengo intención de cocinar.
Aunque esto no es lo más importante, es algo que se agradece mucho, pues no hay nada más odioso que una receta con una introducción tediosa y una explicación de los pasos enrevesada. Punto positivo en ese aspecto.
Dentro de cada receta, además de la introducción, encontramos el clásico listado de ingredientes (en el que reinan las conservas, lógicamente), una elaboración detallada y una sección de notas para que el lector apunte lo que considere oportuno.
Otro de los aspectos muy interesantes es que, además del clásico listado con todas las recetas clasificadas según su categoría (primero, segundos, ensaladas, aperitivos y postres), también ofrece una utilidad que me resulta muy práctica; se trata de la sección Menú del día.
En esta sección podemos pedir que la aplicación nos configure un menú en ese mismo momento, consultar un menú semanal elegido y comentado por el chef y también varios menús especiales, para poder engañar con clase a tus invitados.
Entre el resto de características encontramos la posibilidad de añadir una receta a favoritos (algo básico, pero muy útil), así como la mencionada opción de añadir nuestras propias notas a cada receta. También resulta de utilidad que en la descripción básica de cada receta aparezca el tiempo de elaboración, que rara vez suele superar los 10 minutos.
En el lado negativo, además del escaso número de recetas (ronda las 50) me falta un listado de ingredientes. Por ejemplo, si tengo una lata de mejillones, que me ofrezca recetas con mejillones, vamos, que haya una lista con los ingredientes principales que yo pueda buscar y elegir.
También debe mejorar un poco en el aspecto gráfico, pues no está adaptada completamente al retina display del iPhone 4 y las imágenes se ven realmente pequeñas. No obstante, éstas se pueden ampliar a pantalla completa girando el teléfono 90º, algo no muy intuitivo, pero que una vez descubres resulta muy interesante. Tal vez deberían poder ampliarse al posar el dedo sobre la foto, pero eso ya lo dejamos para nota.
En cualquier caso, dado su irrisorio precio, 79 céntimos de euro, podemos perdonarle estas pequeñas imperfecciones a la aplicación de Fasarius Chef para el iPhone, y disfrutar de su cocina para impostores cuando nos convenga.
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